Equipo Dientes de Leche.
El Caballo En México
Al desembarcar, los conquistadores españoles traían consigo 14 caballos a
quienes los habitantes indígenas confundieron como caballo y jinete en un solo
ser. Fueron tomados por monstruos, ya que los indígenas no conocían semejante
animal. Las armaduras, los cañones y los fusiles contribuyeron a la convicción de
que Cortés y sus hombres eran seres superiores, declarándose la población
indígena en sumisión.
Con las huestes del extremeño llegaron 16 caballos que en Tabasco hicieron
por primera vez su aparición bélica con 'pretales y cascabeles', mostrando el
arte de montar a los aborígenes. Bernal Díaz del Castillo, conquistador y hombre de campo, entendido en
equinos, supo relacionarlos con los nombres de sus dueños.
"Un caballo zaino, una yegua alazana muy buena, de juego y de carrera;
una yegua rucia de buena carrera; otra yegua rucia muy poderosa, un caballo
castaño oscuro muy bueno y gran corredor: un buen caballo castaño, perfecto
castaño, buen corredor; un caballo overo, labrado de las manos y era bien
revuelto; un caballo overo, algo sobre morcillo, no bueno para cosa ninguna; un
caballo muy bueno de color castaño algo claro y muy buen corredor, es muy buen
caballo oscuro, que le decían el Arriero y una yegua castaña que parió en el navío; es decir el primero
nacido en tierra mexicana."
Aquellos caballos y yeguas, fueron los primeros que trotaron por el
territorio. Sin embargo por razones de tiempo y de guerra no deben considerarse aún
como la simiente de la caballada mexicana.
En tiempos de conquista, los caballeros portaban armadura, a veces mallas,
yelmo y rodela. La caballería fue un arma de gran provecho en la conquista, y aun muchos
años después. Existen unos estribos, hallados en los médanos de Veracruz: son romos por
la parte que roza la barriga del caballo, y hacia afuera y por debajo del pie
llevan cuchillas, así se comprende por qué los jinetes también se defendían con
los pies.
Hasta 1619, los caballos estaban prohibidos para los indígenas y los
criollos, aún cuando ellos fueran fueran descendientes de reyes. Conocido es que la legislación europea fue inflexible para castigar a los
infractores hasta con la pena de muerte. Sin embargo, los indios y los mestizos tenían que ocuparse del cuidado de
todos los animales y como los caballos estaban en libertad, había que lazarlos,
jinetearlos y amansarlos con la reata.
Fue así como Don Antonio de Mendoza, primer virrey de la Nueva España,
(1535-1550) se vio obligado a otorgar permisos para que los indios montaran,
pues había que defender la tierra y cuidar el GANADO.
En 1619 , el virrey Luis de Tovar Godínez otorgó el primer permiso escrito
para que 20 indígenas en la Hacienda de San Javier , Pachuca, actual capital de
Hidalgo, "pudieran montar libremente caballos con silla, freno y espuelas.
Las necesidades rurales variaron las circunstancias, pues se precisó de la
ayuda de los aborígenes para la guerra y los servicios rurales. Dentro de los precursores de la Charrería en México, se reconoce a
Sebastián de Aparicio (1502-1602). Sebastián llegó a la Nueva España en 1532, desempeñándose como carretero y
constructor de caminos. Más tarde, adquirió una hacienda en Puebla dedicándose a la ganadería y la
agricultura, así como amansador e instructor de actividades relacionadas con la
domesticación y aprovechamiento de las bestias para el tiro, la carga y la
silla. Sebastián de Aparicio, murió en su hacienda de Puebla en 1602.
Los Charros… De sus atuendos y
atavíos…
El notable historiador Luis Pérez Verdía en su libro “Historia Particular
de Jalisco” (1911) hace referencia al ranchero rico que: “…usaba vestido de
cuero o de género de lana, mangas o sarape de estambre o de Saltillo, que
alcanzaba el precio de una onza de oro, botas de montar llamadas de campana con
ataduras de cuero o fuertes cintas de color y sobrero de ancha falda…”
El traje charro tiene, entre sus antecedentes, los atuendos de los jinetes
hispanos, quienes hacían prendas verdaderamente extraordinarias, especialmente
suntuosas, con adornos de plata y oro. Según algunos historiadores, su origen principal está en el traje de
Salamanca, España, al que también se llamaba “Charro”.
Los Charros… De sus andanzas y faenas…
Durante las dos primeras décadas del siglo XX tenían todavía lugar los
rodeos, llamados entonces jaripeos. En el corral mayor se llevaba a cabo la concentración de animales para
iniciar la selección en dos pequeños corrales anexos y realizar las tareas de
conteo, herraje y capazón, implicando la participación de experimentados
jinetes, muy hábiles en el manejo de las reatas para las lazadas de los
animales.
A los jaripeos se invitaba a connotados charros, expertos en las lides de
lazar, colear y jinetear el GANADO. Participaban también los señores hacendados y el espectáculo era
presenciado por sus familiares y por la población ranchera de los alrededores. Para dar de comer a toda esa concurrencia, eran sacrificados tres o cuatro
novillos y se preparaba una suculenta carne acompañada de las populares
tortillas recién echas en los comales.
No faltaba el tequila en botellas o bules que se acostumbraba beber a boca
de botella, pasando de mano en mano. El Tequila era traído de las tabernas
cercanas que lo producían. La música daba el último toque a la fiesta campirana amenizada por un
conjunto de mariachi de alguno de los ranchos próximos. Entre los de a caballo, no faltaban los desafíos de tirar una botella al
suelo, y a carrera tendida, levantarla sin caer del caballo…
El Nuevo Charro…
La fiesta charra, se inicia con el desfile general de los charros
participantes y de las Adelitas de alguna Escaramuza, quienes recorren en sus
corceles el ruedo y rinden honores a la bandera.
Enseguida se suceden, de acuerdo al orden establecido, las diferentes
suertes, que entre las más conocidas podemos mencionar: La Cala de Caballo, el
Pialar, el Coleadero, la Jineteada de Toro, la Terna, el Jineteo de Yeguas, las
Manganas y el Paso.
Tipo de Suertes Charras
Cala
Esta faena es la demostración
de la buena rienda y educación del caballo charro y comprende, buen gobierno,
estribo, mansedumbre, andadura, galope, carrera, ceja y posturas de cabeza y
cola. Consiste en que el caballo corra a toda velocidad y se frene en un solo
tiempo y a esto se le llama punta. Después vienen los lados donde el caballo
tiene que girar sobre su propio eje apoyado en una sola pata así hacia los dos
lados. A continuación vienen los medios lados donde tiene que hacer lo mismo
pero a la mitad y al final de esta suerte tiene que caminar hacia atrás hasta
la línea de los cincuenta metros.
Esta suerte charra es la
considerada de las más importantes dentro del deporte nacional por excelencia,
ya que en esta se demuestra la conexión(comunicación), que existe entre el
charro (jinete) y la bestia (caballo). Así mismo es demostrado si el caballo
esta cómodo o algo le incomoda algún tipo de arreo que se utiliza para su
manejo.
Piales
La faena de los píales en el
lienzo, consiste en detener a una yegua que saliendo por la puerta del
partidero y desplegando su carrera por el lienzo es lazada exclusivamente de
sus cuartos traseros por un charro que montando en su cabalgadura amarra su
reata en la cabeza de la montura para chorrearla según sea necesario restándole
paulatinamente la velocidad a la yegua bruta hasta remachar su reata deteniendo
así totalmente la carrera del animal. El charro debe de tener cuidado que la
reata no traiga vueltas atoradas por que le puede volar dedos.hay diferentes
tipos de piales uno de ellos son el pial de piquete, pial floreado, y el pial
de chaqueta. el pial de piquete consiste en tener la lazada al suelo y al
momento de pasar la yegua lanzarla con fuerza hacia las patas traseras de la
yegua, el pial floreado consiste en hacer un pequeño floreo momentos antes de
pasar la yegua y al momento de pasar el animal tirarla a las patas traseras, el
pial de chaqueta consiste en colocarse el charro con su caballo de espaldas a
donde la yegua pasara y haciendo un remolineo contrario para que al momento que
pase la bruta (yegua) coloque la soga en las patas traseras de la misma.
Colas
La faena del coleadero
consiste en que un charro montado en su cabalgadura esperará en la puerta del
partidero la salida de un toro, al que después de saludar y pachonear lo tomará
de la cola para amarrársela en la pierna el coleador y posteriormente adelantar
la carrera de su caballo al tiempo que lo abre estirando al toro hasta
conseguir derribarlo, desarrollando todas estas acciones, en una distancia
máxima de 60 metros.
Esta faena consiste en que un
charro monte a un toro con la finalidad de permanecer montado en él hasta que
el toro deje de reparar, para ello se encajonará al toro y con un equipo de
auxiliares, los cuales deberán vestir correctamente de charros, hasta dos
apretaladores por dentro del ruedo para estirar el pretal, pudiendo contar
hasta con tres ayudantes por dentro de los cajones para sostener la cabeza del
toro, apretalar y sujetar del cinto al jinete, para que pueda montarse y
acomodarse, el mismo dará la indicación para que se abra la puerta del cajón,
la faena inicia en el momento en que los jueces dan la orden para contabilizar
el tiempo para apretalamiento, y termina cuando el toro deja de reparar es entonces
cuendo el jinete cuenta con 3 minutos para bajarse cada minuto ahorrado cuenta
como punto.
Terna en el ruedo
La faena de la terna en el
ruedo consiste en que tres charros lazadores montados a caballo y en una
condición de equipo deberán lazar a un toro, pialarlo y derribarlo. Para
hacerlo dispondrán de tres oportunidades cada uno ya sea para lazar la cabeza
del toro o pialarlo, participarán obligatoriamente en forma alternada, después
de intentar su oportunidad el primer charro, la intentará el segundo y
posteriormente el tercero, y así sucesivamente hasta agotar sus oportunidades.
Podrán intentarse lazos y píales floreados o sencillos.
Jineteo de yegua
Esta faena consiste en que un
charro monte a una yegua bruta con la finalidad de permanecer montado en el
lomo del animal desde su salida del cajón hasta que deje de reparar, para ello,
se encajonará al equino y con un equipo de auxiliares los cuales deberán vestir
correctamente de charros, hasta dos apretaladores por dentro del ruedo para
estirar el pretal, pudiendo contar hasta con tres ayudantes por dentro de los
cajones para sostener la cabeza de la yegua, apretalar y sujetar del cinto al
jinete, para que pueda montarse y acomodarse, el mismo dará la indicación para
que se abra la puerta del cajón, la faena inicia en el momento en que los
jueces dan la orden para contabilizar el tiempo para apretalamiento, y termina
cuando el charro se desmonta por cualquier razón.
Manganas a pie o a caballo
Las manganas consisten en que
un charro situado en cualquier lugar del ruedo a una distancia mínima de cuatro
metros de la barda perimetral, después de florear su reata lace los cuartos
delanteros del equino que siendo arreado por tres charros montados a caballo
desarrollará su carrera, una vez manganeado, (lazado de las manos), el charro
manganeador lo estirará con su reata para derribarlo. El tiempo para ejecutar
las manganas tanto a pie como a caballo será de 8 minutos, solamente se
autorizara y se detendrá el cronómetro para el primer cambio de yegua, así como
por accidente o por que la yegua brinque o salga del ruedo, no se detendrá el
cronómetro para los cambios de yegua subsecuentes.
Paso de la muerte
Esta faena consiste, en que
un charro montado a pelo en un caballo manso, armando un brinco se cambie a un
caballo o yegua brutos que desarrollara su carrera siendo arreado por tres
charros en sus respectivas cabalgaduras, el jinete ejecutante de la faena se
sujetará exclusivamente de las crines del animal bruto hasta dominarlo y
desmontarse. El pasador se encuentra en suerte desde el momento en que ingresa
al ruedo y esta concluye cuando se desmonta el jinete por sí mismo o es
derribado por el animal bruto una vez que haya brincado de un equino a otro, o
cuando es derribado del caballo manso al intentar o no la faena o también
cuando transcurren los tres minutos que se le otorgan para realizar la suerte.
Este movimiento puede ser fatal para la persona que lo ejecute ya que puede
caer debajo del animal y ser pisoteado grave mente por los tres jinetes que
arrean al animal. Además de que también existe una suerte charra donde entran
las mujeres llamada escaramuza que se dedican a hacer una diversidad de figuras
en donde participan 6 damas como mínimo en la cual se les califica ne base a
tiempos, velocidad y en base también a la dificultad de sus actividades.
El domingo 14 de octubre de
2012, en el marco de la inauguración del LXIII Congreso Nacional Charro en
Zacatecas, el gobernador del Estado Miguel Alonso Reyes y el presidente de la
Federación Mexicana de Charrería, Jaime Castruita Padilla, firmaron el acuerdo
en el que la Federación Mexicana de Charrería adoptó como Himno Nacional Charro
la letra y música de la "Marcha Zacatecas".
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