18 enero 2012

Virgen De La Peña De Francia

Santuario De La Virgen De La Peña De Francia En Salamanca.

Teniendo los pobladores españoles la imagen de la Virgen de la Peña de Francia, en torno a la cual la espiritualidad de los mismos los tenía unidos, la tradición dice que hicieron una réplica de la virgen en una pequeña ciénega con material vegetal sustraído del lugar y al paso del tiempo la desecaron y en ese sitio se empezó a edificar el templo dedicado a la virgen en el año 1700, antes de ser fundado el pueblo alrededor del cual se fue formando el pequeño poblado y a partir de su fundación en 1713 es como se denomina "Congregación de la Peña de Francia", perteneciente a la Cofradía de Chapa de Mota.

Para dar forma a su templo ya iniciado, por el año de 1723 acordaron los vecinos fundar su parroquia logrando su objetivo y a la cual le denominaron "Santo Tomás de Villanueva", separándose de esta forma de la Cofradía de Chapa de Mota, para pertenecer como municipio al Distrito de Cuautitlán.

ORIGEN
El origen de la Virgen de la Peña de Francia se remonta en tierras ubicadas casi al centro de España, concretamente al sur de Salamanca en donde una de las tres sierras y exactamente la del centro, se levanta a 1.723 metros sobre el nivel del mar la Peña de Francia y aquí se encuentra el santuario erigido en el Siglo XV.

Las crónicas españolas nos dicen que el rey de Castilla Alfonso VI, encargó poblar estas tierras a su yerno, el noble francés Raymundo de Borgoña. Cumpliendo esta orden, trajo pobladores y colonos de su país, los cuales comenzaron a bautizar con el nombre de su lejana Francia todo el entorno; la sierra, la peña, el río y alguno que otro pueblo de los que por entonces se fundaron. Y con este nombre se conoce el lugar desde la edad media. "El documento más antiguo que se posee con el nombre de la Sierra de Francia es una donación pasada entre Granadilla y La Alberca el 8 de enero de 1289".

La Peña de Francia, La Montaña Sagrada

TRADICIÓN ESPAÑOLA
La tradición cuenta, a través de todos los textos, como fueron halladas, en lo alto del risco escondido, la imagen de la Virgen y otras varias imágenes, y ligan su ocultación a la época de los moros. En alguna de las incursiones agarenas, venidas de la parte de Portugal o de la Plaza de Coria, por el Puerto de Hoyos, los pueblos vecinos de la sierra de Francia hayan tenido que buscar refugio de sus fragosidades, llevando consigo a las que tenían más estimables de sus imágenes, por diversas circunstancias quedaron ahí guardadas entre las peñas, hasta que una feliz y providencial fortuna las sacó a la luz y al conocimiento de los fieles que las hicieron objeto de especial devoción.

En Sequeros está la más antigua tradición consignada en la historia del Santuario, de la cual parecen derivarse todas las demás que los refieren.

LAS REVELACIONES
El instrumento de la revelación fue una doncella de esa Villa llamada Juana "la moza santa", la cual habiéndose gravemente enferma, al fin pareció morir pero volviendo en sí, comenzó a hablar y dar parte del mensaje que el cielo le había encomendado "Volved -dice la moza santa a su madre-, vuestro rostro contra la Peña de Francia, puestas las rodillas en tierra y con mucha fe y devoción, decid tres veces el Ave María a la Virgen María, a honor y reverencia de su imagen que ahí escondida hará doscientos años y sabéis que luego sentiréis descanso en vuestro corazón. La imagen a poco tiempo ha de ser manifestada, por lo cual nuestro Señor hará muchos milagros y maravillas y después que esta imagen sea revelada, vendrán gentes de muchas naciones a buscarla.

Anuncia que el próximo día de la cruz a la puesta del sol, aparecerán tres señales en figura de cruz; la primera caerá sobre las casas del obispo de Salamanca, que está cerca de San Martín del Castañar, en las cuales se ha de edificar aquí a cinco años un monasterio a la orden de San Francisco de la Observancia; la segunda caerá sobre la Peña de Francia donde la gloriosa imagen ha de ser mostrada a un hombre de buena vida, y ahí en el mismo lugar a la reverencia de la madre de Dios se ha de hacer otro monasterio de la orden de Predicadores que es del bienaventurado Santo Domingo, ahí será Dios servido a su bendita madre de las gentes cristianas. Por que ha ser casa de muy gran devoción vendrán muchas gentes de extraños lugares y naciones con gran devoción a buscar a la madre de Dios y su bendita imagen por virtud del cual muchos hombres y mujeres serán curados y sanados de muchas enfermedades en los cuerpos como en las ánimas. La señal tercera caerá donde será la devota casa de la Virgen María, Nuestra Señora de la Peña de Francia.

SIMÓN VELA
Todavía parece resonar en la fortaleza del santuario las declaraciones de la doncella de Sequeros: “La gloriosa imagen ha de ser mostrada a un hombre de buena vida”. La tradición llama a este hombre Simón Vela, aunque su apellido era Roldán, pero por la amonestación que recibiera del cielo "Simón, vela y no duermas". "La providencia divina deparó que el padre guardián del convento de París donde ingresara Simón, viniese a la Peña de Francia en peregrinación, poco después de que aquél muriera".  Confirmó personalmente lo que podemos decir de Simón, nació en París, sus padres fueron Rolan y Bárbara, nobles y ricos. Muertos estos, quedó Simón dueño y señor de un riquísimo patrimonio familiar. A pesar de las recomendaciones de sus parientes dio por repartir su hacienda en obras de piedad y beneficencia y luego, por huir de las críticas de sus parientes, fue a ingresar como donado en el convento de Franciscanos en París.

Simón enfermó en el convento y temía tener que dejado, se desconsolaba postrado ante la Virgen, una vez adormecido en las gradas del altar, oyó esta misteriosa voz: "Simón, vela y no duermas, vete a buscar una imagen mía en la Peña de Francia".

El joven Simón tras cinco años de buscar por las montañas de su tierra, alentado por este mandato de la Virgen que resuena como un eco siempre dulce y consolador "Simón, vela y no duermas, no desmayen en la empresa que se te encomendó"

Simón Rolán parte de París y recorre Bretaña extremo occidental de Francia, sin que nadie sepa darle razón del lugar por el que pregunta. Nadie tiene allí noticia alguna de la llamada " Peña de Francia.

Se incorpora a la caravana de peregrinos de Santiago de Compostela, para pedir a este, Santo Apóstol la gracia de conocer dónde está la Peña de Francia. Postrado ante su sepulcro el apóstol corresponde a su petición, revelando que en Salamanca le darían luz de la Peña de Francia.

Cinco años gastó en búsquedas inútiles a través de la geografía gala interrogando insistentemente por la Peña de Francia. Desanimado, de vuelta ya en la capital Francesa, la voz desde el Cielo le repite una vez más: "Simón, Vela; y no renuncies a tú Santa Peregrinación, que tus trabajos tendrán recompensa".

De retorno, se desvía y demora en Salamanca, la Peña de Francia se recortaba claramente visible en el horizonte; pero ni entre los vecinos de la ciudad ni entre la turba de estudiantes encontró quién de ella le proporcionase noticias.

Hasta que un buen día, después de seis meses de permanencia en la ciudad del Tormes, concretamente en la Plaza del Corrillo, en día de mercado, llega a sus oídos entre la barahúnda, la voz de una mujer que desde algún sitio pregona su mercancía: " Carbón vegetal hecho al pie de la Peña de Francia".

Intenta correr atropellando cosas y personas, que le increpan y le zarandean como a un loco, pero no encuentra a la mujer ni nadie le sabe dar razón precisa de ella ni de la Peña de Francia que mencionaba. Pero esta vez el fracaso no le desanima, consciente ya de la proximidad de lo que busca.

Efectivamente, otro día de mercado en el mismo sitio, presencia la riña de unos carboneros, en dicha disputa uno amenaza a otro con matarlo y luego esconderse en las espesuras de la Peña de Francia para huir de la Justicia.

Las explicaciones que de aquel lugar les pidió dicho extranjero, no obtuvieron respuesta, más Simón Rolán no les pierde de vista; tras ellos marcha cuando emprenden el regreso, y así llega a San Martín del Castañar, a solo dos leguas de la Peña.

Trepa por los reprechos de la montaña y al tercer día, fatigado viene a recostarse cerca de la cima más alta. El cielo está despejado, pero el furor satánico se desencadena en una terrible tempestad que descarga rayos y centellas en torno suyo. Una chispa ha roto un pedernal que tiene encima, y otro de piedra ha descalabrado al pobre Simón.  La Virgen le animó en tan duro trance, repitiéndole nuevamente " Simón, Vela y no duermas".

Es entonces cuando la Virgen se le aparece y tocando su herida lo cura milagrosamente, al tiempo que le dice: "Simón, no temas, mira la imagen que te mandé buscar".  Las rocas iluminadas por la aparición se hicieron transparentes y vio la imagen con el niño en brazos, ahí escondida, Se levantó para recogerla entre sus manos, pero la Virgen le dice "ve a buscar a quienes te ayuden y hayan de ser testigos de lo que yo quiero en este lugar". El hecho acontecía el 18 de mayo de 1434, martes de Pentecostés.

Simón refiere el acontecimiento de San Martín de Castañar y los hombres que le acompañan en esta historia, conservado el nombre de cuatro animosos vecinos de San Martín: Pascual Sánchez, Juan Hernández, Benito Sánchez y el escribano que dio testimonio fehaciente Antón Fernández. La Virgen quiso que este descubrimiento de su imagen fuese acompañado de prodigios, dispensando un favor a cada uno de ellos. Llevando picos y azadas para remover las piedras y descubrir la imagen, al llegar al sitio que señala Simón, caen todos en tierra, porque de nuevo un resplandor deslumbrante envuelve aquellas peñas y deja visible la imagen escondida. De nuevo la voz misteriosa se oye y dice:

 "Tomáis, esta imagen mía colócala en lo más alto del risco, hacedme un templo.  Aquí vendrán mis hijos y los atenderé y los colmaré de gracia. Vosotros comenzareis la obra y otros la acabarán".
Al fin, el 19 de mayo de 1534, los cinco hombres movieron una gran piedra, en el lugar donde fueron orientados por la visión, y ahí estaba la hermosa imagen de la Virgen de la Peña de Francia.
Era el miércoles 19 de Mayo de 1434, Reinaba en Castilla Don Juan II,  siendo Pontífice Romano Eugenio IV.

Cada uno de ellos se recuperó de toda enfermedad o debilidad. Uno recobró el oído; otro sanó defectos de nacimiento. Los dones eran interminables, pero a Simón solo una cosa le importaba: su corazón ahora estaba en paz, y su misión, cumplida.

Los milagros adjudicados a esta imagen son demasiados para contarlos. Este relato está documentado en forma original, y conservado en los archivos de San Martín de Castañar, la villa al pie de Peña de Francia.

Simón se consagró al ciudadano de la imagen, construyendo en la cima una capilla con el donativo y la ayuda de los fieles. En el Pueblo de San Martín así como en el resto de la Sierra de Francia se le conocía por " SIMÓN VELA"

Nombre con el que a partir de entonces se le recuerda,  apellidándole con la palabra que la voz misteriosa le repetía tantas veces para que imperara la búsqueda de la Santa imagen: "Simón, vela"

EL SANTUARIO
El esplendor de la devoción y culto a Nuestra Señora de la Peña de Francia dejó su huella en el paisaje de la montaña, todavía se conserva la capilla que emprendió Simón Vela, pero ante la incapacidad de acoger al gran número de romeros, el rey Juan 11 determinó ampliarla, en cuya fachada sur, sobre el arco de la entrada principal, se encuentra el escudo real de Juan 11, la iglesia, de un gótico severo, casi tosco, sin una ornamentación, más que sensación gracil y alada, propio de su estilo, produce una sensación de firmeza, aunque no carece de atractivo.

Construida a mediados del siglo XV, consta de tres naves, separadas entre sí por cuatro columnas, dos por cada nave lateral y tres arcos. Mide 26.66 metros de largo por 18.00 metros de ancho en sus tres naves, 8.30 metros de esa anchura corresponden a la nave central y 4.85 metros a cada una de las laterales. La imagen de nuestra Señora descansa en su camerin sobre la roca más alta de la montaña y la talla actual data de 1890.

La iglesia aparece en grabados de 1567, con un pequeño campanario, con el coro al fondo de la nave central. La torre, en forma cuadrada, con dos cuerpos y una altura total de 17.00 metros fue levantada en 1767, consta de varias capillas, así como el convento que data de 1437. Después de este, la obra más considerable del Santuario es la Hospedería que tiene entradas por sus cuatro costados. La corona, el escudo real de Castilla, en memoria del fundador del Santuario don Juan II y las cadenas grandes.. De ahí, de Salamanca España, de la Peña de Francia, proviene nuestra Señora que se venera en el Municipio de Villa del Carbón, es un pueblecito en la continuidad de la Sierra de Monte Alto.


Iglesia De Nuestra Señora De La Peña De Francia En Villa Del Carbón

El poblado inicialmente se llamó Congregación de la Peña de Francia, perteneciendo a la cofradía de Chapa de Mota.  El 17 de enero de 1714, Don Juan de Mutio, un ilustre y sabio sacerdote, fue quien hizo las gestiones necesarias para que dicha congregación, en acuerdo con los pueblos circunvecinos, dejara de pertenecer a Chapa de Mota, adquiriendo por consiguiente la categoría de parroquia y de Ayuntamiento.

El templo se terminó en cuarenta años, fue abierto al culto religioso el 8 de diciembre de 1740, fecha en que se verificó el primer bautizo. El señor Domingo Vázquez se distinguió por su labor y empeño en la edificación de este edificio.

En 1723, la citada Congregación fue llamada Santo Tomás de Villa Nueva; y en 1740, se le conocía también como Congregación de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Debido a que por mucho tiempo una de las actividades económicas del lugar fue la explotación de carbón vegetal, que se distribuía en los alrededores y en la Ciudad de México, a la nueva población también se le denominaba Villanueva del Carbón de Nuestra Señora Santa María de la Peña de Francia

A los lugareños se les decía: "Son de allá de la Villa Nueva, En Donde Hacen Carbón", apareciendo en mapas y designaciones del lugar simplemente como El Carbón, por costumbre "en la Villa Nueva en donde hacen carbón" y por repetición, diminutivo o contracción, finalmente: Villa del Carbón, como se le conoce actualmente.

En Villa del Carbón, existen dos tallas antiguas de la Virgen de la Peña de Francia, que datan del siglo XVIII, la que se encuentra en la parroquia de la cabecera, es de 40 centímetros de altura, es una escultura de vestir, al igual que la segunda que se encuentra en una casa de particulares y mide 30 cm. 

Estas esculturas son más antiguas que la de el Cabaco en España, ya que la escultura original fue destruida y sus restos se conservan dentro de una imagen más grande del mediados de siglo XIX. Este culto está muy relacionado con las actividades de los carboneros, por lo que guarda muchas similitudes entre estas dos regiones.   


Leyenda de la Virgen de la Peña de Francia

Esta leyenda tiene su origen cuando la comunidad de Villa del Carbón aun llevaba el nombre de Santo Tomás de Villa Nueva, en aquel entonces pasaron los franceses con el objetivo de venerar la imagen de la Virgen de la Peña de Francia.  La Villa de Santo Tomás producía una enorme cantidad de carbón vegetal, de ahí el nombre de Villa del Carbón.

Existían familias de carboneros en condiciones muy precarias, sub alimentación y un sin fin de problemas más.  La virgen se condolió al ver el sufrimiento de estos carboneros y quiso quedarse para ayudarlos. Cuando los portadores la buscaron para llevársela ella se escondió entre el carbón,  no la encontraron y  se fueron solo por el momento, porque su intención era regresar para recuperar su bendita imagen.  Después cuando los españoles y franceses decidieron regresar para buscarla, ya un templo se había levantado y le rendían un fervoroso culto por parte de los habitantes de esta región.

Quisieron llevársela, pero según cuentan, la virgen se hizo pesada de tal manera que no pudieron ni siquiera levantarla. Esto se interpretó como el deseo de la virgen de quedarse en esta comunidad, así que se respetó esta decisión y la iglesia se formó en el centro del poblado que ha seguido creciendo en tamaño y fe por la Virgen de la Peña de Francia a quien se le rinde culto en lo que ahora es orgullosamente la parroquia.

Oración
Madre Santísima de la Peña de Francia, que has elegido a Villa del Carbón, para prodigarle toda clase de cuidados maternales, concédenos mantenernos firmes en la fe, confiados en la esperanza, ardientes en la caridad y creer cada dia mas en el amor a tu hijo Jesucristo, Ntro. señor. Amen.


Santuario De La Virgen De La Peña De Francia En Salamanca España






Mapa De La Sierra De Francia, En Donde Se Ubica El Santuario De La Virgen De La Peña De Francia.
 
 
 
                                                                                                                                          
Ver Santuario Peña de Francia en un mapa ampliado

1 comentario:

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