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El Estado de México esta pletórico de hermosas e históricas poblaciones coloniales, que son verdaderas joyas. Villa del Carbón, ubicada en las laderas de la sierra de Monte Alto, es una de ellas; siendo un sitio con historia, cultura y tradición, en donde puedes vivir la aventura, el contacto con la naturaleza, los deportes extremos y el descanso en sus extraordinarios centros vacacionales, además saborear de sus delicias gastronómicas, disfrutar la magia de sus artesanías con su magnifico trabajo en piel.  Ven a sentir la paz y la tranquilidad de este paraíso natural.

Los primeros asentamientos humanos pudieron haberse establecido durante el período Pleistoceno; que en esos tiempos estuvo conformado por varias especies de animales, ahora extintos, así mismo por muchos recursos naturales, que hizo de esta zona un lugar totalmente atractivo para los primeros pobladores de México. Estos pueblos eran cazadores-recolectores, que gustaban de cazar fauna pleistocénica como: Mamuts, canidos, y camélidos junto con animales menores a las orillas del lago de Texcoco. Por lo que el territorio que ocupa el municipio comparte mucho con la historia de la cuenca de México.

Posteriormente en esta región se establecen grupos indígenas otomíes, que influyeron en la fundación de los poblados más antiguos del municipio, como San Luis de las Peras y Zacapexco en el siglo XII; las cuales se encontraban dentro de la ruta que los conducía a Xilotepec, el primer intento de formación de un señorío o pequeño imperio, del cual surgiría la nación otomí, que finalmente sería invadida y sometida por los Aztecas, debiendo pagar tributo a los Mexicas hasta la llegada de los españoles.

Esta zona está formada por pequeñas planicies con lomeríos de suave pendiente, los cuales eran regados por varios ríos, geográficamente se dividían en Monte Alto y Monte Bajo; en el primero, que era de población otomí, se ubicaban los pueblos de San Luis Zacachuica (Zayuca), Santa María Mazatla, San Miguel Técpan, Santa Ana Xilotzingo, Santiago Tlazala y la Transfiguración. En Monte Bajo se encontraban Santa María Magdalena Tzitzicaspan, San Francisco Nacaz, Nacascahuapan o Magú, San Francisco Ayotusco, San Pedro Azcapotzaltongo, Santa Magdalena Cahuacán, San Miguellila, San Francisco Tizapan, San Mateo, San Lorenzo Xolalpan, Santa María Calacoayan, San Andrés Tulpan y San Lucas, pueblos que existían al oriente, antes de conformarse territorialmente Villa del Carbón y que hoy pertenecen al Municipio de Nicolás Romero. 
  
La Llegada De Los Españoles A Villa Del Carbón

Cuando Hernán Cortés inició el reparto de tierras entre sus soldados, a lo que se le llamó la encomienda, que obligaba a que se les enseñaran a los indios la religión católica y les brindaran protección. Las primeras y más grandes asignaciones de tierras en esta región las concede a Juan de Cuevas y Jerónimo de Ruiz de la Mota, entre ambos poseyeron casi todo el actual territorio de Jiquipilco, San Bartolo Morelos, Chapa de Mota y Villa del Carbón.

Hacia 1535 se establece oficialmente el virreinato de la Nueva España, siendo su primer virrey Don Antonio de Mendoza, sus títulos le fueron entregados el 17 de abril de 1535, y poco después, el 3 de agosto de 1556, se otorga la primera merced de tierras al pueblo de San Luis de las Peras; y la segunda en 1559, al pueblo de Zacapexco.


Los pobladores españoles que llegaron a lo que actualmente es la cabecera municipal de Villa del Carbón (Siglo XVII), procedían en su mayoría del sudeste de la provincia de Salamanca España. Estas familias se fueron estableciendo permanentemente en la zona, atraídas por los ricos recursos forestales, la fauna, los terrenos forrajeros, la abundancia de agua, lo benigno del clima y la belleza del lugar; se establecieron en pequeños ranchos y caseríos dispersos. Estos primeros colonos se dedicaron a la ganadería, a los cultivos, la caza; aprovechando los cuantiosos recursos naturales, llevaban una vida placida y tranquila.

Los primeros vecinos congregados eran 31 familias de origen español, siendo 171 personas que tuvieron la visión de formar un pueblo de regulares dimensiones para su época; ya que actualmente la cabecera cuenta con mas de 10,000 habitantes y estos espacios y construcciones siguen siendo funcionales.

No es difícil imaginar la abundante y riquísima vegetación que existía por aquellos años de finales del siglo XVI, cuando empiezan a llegar los primeros españoles a estos lugares, encantados con el bellísimo panorama exuberante de encinos, fresnos y las demás variedades de pináceas, propios de este lugar, así mismo de los riachuelos e hilillos de agua cristalina que brotaban por todos lados dando origen también a la existencia de abundante fauna silvestre: venados, serpientes, aves, etcétera.

Primeros Habitantes Hispanos
Entre esos grupos de españoles que empezaron a llegar y asentarse en estos territorios se encontraban, Don Mateo Trejo, Juan López Martínez, Miguel Téllez, Diego de Alcántara, Francisco Saldaña, Joseph de Miranda, Diego Velázquez, Sebastian de Peña, Marcos Cid del Prado, Jacinto de Paredes, Joseph Saldaña, Manuel Vázquez, Phelipe Nieto, Cristóbal de Alcántara, Cristóbal de Alarcón entre otros.

Se dice que entre esas parentelas de españolas pasaba la temporada de lluvias en estos lugares cuidando sus ganados,  una  familia que traía siempre consigo una pequeña imagen, de la  "Virgen de la Peña de Francia", que veneraban con mucho fervor.


Se Solicita Tierra Para La Fundación Del Pueblo
Al paso del tiempo, Antonio de la Cueva, vecino de este lugar, entonces perteneciente al partido de Chiapa de Mota, Jurisdicción de Huichapan, de la Nueva España, pretendió a nombre de vecinos de españoles, ante el Trigésimo Cuarto Virrey de la Nueva España Don Francisco Fernández de la Cueva y Enríquez de Cabrera , que se les hiciese merced de un sitio de ganado mayor y cuatro caballerías de tierra por ser realengas, en un paraje que llamaban de Agustín Moreno y Potrero del Tejocote, en términos del potrero de San Jerónimo.


Durante la Colonia todas las tierras que no tenían dueño pertenecían al reino, de ahí el nombre de realengas, y mediante un procedimiento ante la audiencia de México se procedía inicialmente a reclamarlas por particulares para su beneficio o para la fundación de un pueblo. Mediante la merced, se aseguraba la posesión y dominio de las tierras, por lo que había que ampararse en Cédula Real o en auto de audiencia. Entre las medidas agrarias de la Colonia, se encontraba el "Sitio o Estancia de Ganado Mayor" y la "Caballería de Tierra", la primera consistía en un cuadrado equivalente a 1.755 hectáreas 61 áreas y la segunda a 42 hectáreas 79 áreas y 53 centiáreas.


Los españoles para congregarse se les hace merced de dicho sitio y cuatro caballerías de tierra para que puedan hacer la población por haber abundancia de aguas y lo demás necesario. Siendo estos los primeros habitantes y fundadores de nuestro actual pueblo de Villa del Carbón. Repartiéndose a cada familia las tierras que cómodamente su pudiera de las que han hecho merced, teniendo un año de término para perfeccionar dicha población, amparándoseles para que no puedan ser desposeídos sin ser primero oídos por fuero y derecho vencidos. Dado en México un año de término para perfeccionar dicha población.

El territorio villacarbonense, durante la época prehispánica ya entrada la Colonia pertenecía a Chiapan, no obstante que el 17 de enero de 1714 se separa de lo que hoy es el vecino municipio de Chapa de Mota y que es la fecha de su erección como municipio del Estado de México. La fundación se da por merced de tierras, el 9 de diciembre de 1713, otorgada por el virrey de la Nueva España don Fernando de Alencastre Noroña y Silva, Duque de Linares.


Durante la época colonial, a esta región se le llamó Congregación de Nuestra Señora de Francia, en atención a la Virgen que traían los españoles desde salamanca y que hasta nuestros días se venera en la iglesia que conservó su nombre. En aquellos días, una de las actividades económicas más importantes del lugar era la explotación de carbón vegetal, sacado de los exuberantes bosques aledaños, el cual se distribuía en los alrededores y en la ciudad de México, por ello al lugar se le denomino Villa Nueva del Carbón de Nuestra Señora Santa María de la Peña de Francia.


Según leyendas, al irse los españoles del pueblo, la virgen de color carbón, se regresó en un par de ocasiones a la carbonera de villa, al regresar a buscarla los españoles, les dijo que ella se quería quedar en ese lugar, en donde posteriormente se le edifico la iglesia de la Virgen de la peña de Francia. Siendo un nombre tan extenso, los otros pueblos lo conocían por “Villa Nueva en donde se hace Carbón”, apareciendo en mapas y documentos oficiales únicamente como “El Carbón”; finalmente al paso del tiempo, por diminutivo o contracción, se le conoce como Villa del Carbón.

Plaza Hidalgo
Es el corazón de Villa del Carbón, adoptó el nombre del padre de la patria Miguel Hidalgo y Costilla, con motivo del Centenario de la Independencia. Está rodeada de sus principales edificios: La Casa de Cultura (antiguo Palacio Municipal), la iglesia, el kiosco, los portales y antiguas casonas que en sus momentos fueron famosas tiendas: El Águila, La América, La Paz, El Rincón Brujo y Cantina la Chiripa. Los fines de semana se convierte en el sitio más concurrido, ya sea, para un momento de relajación bajo la sombra de las palmeras y los eucaliptos gigantes, o para disfrutar de los eventos que ahí se realizan en las temporadas de fiesta.

En el centro del municipio, se encuentra el jardín principal, con un kiosco cuya arquitectura es característica del lugar, rodeado de verdes jardineras con pasillos adoquinados y árboles de eucalipto. A un costado de la iglesia, el parque Luisa Isabel Campos de Jiménez Cantú. Pequeña área verde ideal para descansar o caminar por sus pasillos, lo integran por supuesto una hermosa fuente, un kiosco y un anfiteatro donde se realizan eventos artísticos.


Te invitamos a disfrutar de un PUEBLO MÁGICO, a vivir nuestras tradiciones y gozar de su cultura.




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Foto Álbum Villa del Carbón.

DESCUBRE VILLA DEL CARBÓN