Arqueología

La gran diversidad de asentamientos que florecieron a lo largo del tiempo, en el territorio que hoy ocupa Villa del Carbón, continúan presentes mediante sus estructuras arquitectónicas, gravados y pinturas rupestres, con sus objetos personales e incluso las mismas osamentas humanas que en vida crearon la historia, haciendo posible nuestra propia existencia.

                                 Reliquias e Ídolos.
Los principales vestigios arqueológicos se localizan en comunidades como: Las Moras, San Luis Anahuac, Cruz y Carrizal, Taxhimay, Los Oratorios, y México Chiquito, en donde llegaron a existir establecimientos Otomíes y Aztecas; así mismo se tienen identificados pequeños asentamientos humanos diseminados por todo el territorio de Villa Del Carbón, con material arqueológico que corresponde al período epiclásico  y  clásico principalmente, donde se han encontrado entierros humanos,  con una rica ofrenda cerámica formado por ollas,  figurillas,  aretes,  raspadores,  navajillas prismáticas en color gris o verde,  y  excéntricos de obsidiana.

Existen un sin numero de cuevas y abrigos rocosos que sirvieron de refugio al hombre en varios momentos de la historia, estos abrigos presentan materiales arqueológicos de distintas épocas; la gente de los alrededores han encontrado puntas de proyectil fabricadas en sílex, de hace más de 9,000 años aproximadamente. 

Cueva Empleada Como Abrigo.
Los antiguos pobladores de esta región plasmaron en las paredes de las cuevas, pinturas rupestres, con figuras humanas, de animales, soles, lunas, figuras geométricas y abstractas. La mayor parte de estas  expresiones corresponden a la época prehispánica o prehistórica, que nos demuestran la forma de vida de los cazadores, ya que se observan pinturas de los cuadrúpedos que planeaban cazar.  También se encuentran metates y manos de metate, demostrando que estos grupos indígena molían sus granos para la preparación de alimentos.

Uno de los principales asentamiento se encuentra ubicado en las moras, correspondiente al epiclásico, con una extensión de más de 70 hectáreas, formado por terrazas y pequeñas estructuras arqueológicas. Al parecer el núcleo del asentamiento prehispánico se localiza en los alrededores  y dentro del predio de la escuela primaria de la localidad; donde se observan los restos del montículo mas importante y alto del sitio, de mas de cuatro metros de altura; las terrazas del lugar pudieron servir para uso agrícola, habitacional y defensivo. Ocasionalmente aparecen entierros humanos en los campos de cultivo.

En este lugar se detecto una estructura de piedra, en donde se encontraron al menos seis entierros humanos, en posiciones sédente y flexionados del cubito lateral derecho, con ofrendas de cerámica conformada de ollas de asa doble, cajetes, trípodes, algunos de silueta compuesta bicromáticas rojo-café y rojo-crema, con técnica al negativo y esgrafiados; cuencas monocromáticas y bicromos, decorados con motivos geométricos de líneas cuadrados y círculos. 

         Pintura Rupestre, Cueva Del Río De San Jerónimo.
Esta cerámica se asocia a tipos Coyotlatelco, Huamango, Xajay, Mazapa. Por la posición geográfica del sitio y los materiales localizados, se sabe que fue un enclave comercial, entre los territorios del norte de la cuenca de México y los pueblos de Hidalgo, Querétaro, y Michoacán, con los cuáles existía contacto. En esta zona se localizan también grabados, careadas, metates y lítica, proveniente de la región de estos estados.  

Los individuos localizados en el sitio de las Moras, posiblemente fueron sacrificados en un mismo momento, esto se  infiere por las huellas de los cortes y los golpes en los huesos, además de su posición dentro de la estructura. Esto nos habla de lo aguerridos que eran los primeros pobladores de esta zona..

La gran cantidad de la puntas de proyectil de obsidiana que se localizan en las lomas y cañadas de la población, nos evidencian el gusto por la caza que tenían sus antiguos moradores, los malacates y sellos de barro, son vestigios materiales de la elaboración de vestimenta y de su decoración.


Para el periodo postclásico, el territorio de Villa del Carbón formaba parte del señorío hñahñu de Chiapan, que estaba construido por siete grandes pueblos, uno de los cuales era Tetipac o chiapa, como le llamaban los aztecas,  mismos que en la actualidad forman los municipios de chapa de mota, San Bartolo Morelos y Villa del Carbón.

La mayoría de la información sobre estos pueblos otomíes proviene de los mexicas, que controlaban esta zona y refieren  de los tributos al imperio y de su forma de vida:

El vestuario tanto para hombres como para mujeres era bueno y galano, el calzado pulido. Las mujeres se pintaban los pechos y brazos de color azul muy fino. Así jóvenes como viejas: se emplumaban piernas y brazos, se pintaban el rostro con un betún amarillo que llamaban tecozahuitl, y se teñían los dientes de negro. 

Su comida consistía en maíz, frijoles cocidos, axi, sal y tomate, tamales colorados o xocotamales, zorrillos, culebras y lirones, perrillos, conejos, pescado, ratones, comadrejas, sabandijas, venados y topos; bebían la miel del maguey; comían también yerbas, tunas y raíces.

En general tenían buenas comidas y buenas bebidas. Eran expertos en varios oficios, como lapidarios conocían bien los pedernales y fabricaban navajas y puntas de flecha. Aderezaban muy bien las piedras azules con las que hacían joyas, cuentas, zarcillos y orejeras. Eran buenos oficiales en el arte de la plumaria. Hubo también expertos "zurradores" que aderezaban los pellejos de venado. Las mujeres guisaban y los hombres se negaban a hacerlo y a entrar en la cocina, porque el humo les lastimaba la vista, la que debían conservar en perfectas condiciones porque eran excelentes cazadores y donde ponían el ojo, ponían la flecha.


Flechas, Malacate, Sello.
La información sobre la forma de vida para el caso de los otomíes de Villa del Carbón es bastante precisa, como se puede ver en los vestigios arqueológicos dejados en la zona por estos pueblos como por ejemplo: la gran cantidad de puntas de proyectil de obsidiana que se localizan en las lomas y cañadas de la población, que nos evidencian el gusto por la caza que tenían sus antiguos moradores. Malacates y sellos de barro, únicos vestigios materiales de la elaboración de vestimenta y de como la decoraban. También se encuentran metates y manos de metate, demostrando que estos grupos indígenas molían sus granos para la preparación de alimentos.


En 1473, el Tlatoani Axayácatl, emprende campanas militares en los pueblos de Chiapan, venciendo a la gente de Chapa y Villa del Carbón, en este momento comenzó a llegar gente de filiación nahuatl a estos parajes, para asegurar los intereses mexicas en la zona, asentándose en sitios como Chapa Viejo, Macavaca y México Chiquito, en el territorio de Villa del Carbón, sin representar nunca una población numerosa, pero que sí influyó mucho en la historia de la región.

Para la coronación de Ahuízotl, en el ano de 7 tochtli, 1486, Tlacaelel sugirió que se llevasen prisioneros para sacrificar en Tenochtitlan, provenientes de la provincia de Chiapan: "que eran siete pueblos muy poderosos y grandes", porque la gente en la zona andaba algo rebelde y alzada, no obedecían ni servían a los mexicas. Los aztecas emprendieron campañas militares para conseguir el completo dominio sobre los otomíes; sometiendo a Xiquipilco, Xocotitlán, Cillan, Mazahuacán, Chiapa y Xilotepec, quedando definitivamente sujetos y debieron pagar tributo a los mexicas hasta la llegada de los españoles.

Para asegurar este dominio los aztecas establecieron destacamentos militares, que servían como puntos de acopio del tributo y centros ceremoniales, en puntos estratégicos de la zona, principalmente en las faldas de los cerros, puertos entre montañas y cimas del lugar, este domino se mantuvo hasta la llegada de los Españoles.



Sin lugar a duda la palabra original es un vocablo náhuatl, la propuesta más comúnmente aceptada señala que el nombre del país proviene de los vocablos mētztli= luna, xictli= ombligo o centro, y -co= sufijo de lugar. De esta forma, el nombre de México significa "Lugar en el centro de la luna", o más precisamente, "en el centro del lago de la luna", que era uno de los nombres con que los mexicas designaron al lago de Texcoco

Vestuarios Origen Y Significado De Los Atuendos Azteca

Vestuario de los aztecas: tenían vestimentas según su jerarquía social.La indumentaria - o sea los peinados, las ropas, las pinturas, los adornos e incluso las armas - resulta una fuente de información sobre las sociedades prehispánicas de innegable importancia. En efecto, los atuendos rebasaban su condición original de abrigos y se convertían en elementos distintivos. Cada quien podía y debía llevar la vestimenta que señalaba su condición social.

Musica Prehispanica 

En México, las tres principales culturas prehispánicas: azteca, maya e inca, tuvieron un grado de evolución similar, tal vez superior al de otras culturas europeo-asiáticas. En el campo de la música, construyeron una diversidad de instrumentos musicales; se destacan los de percusión y aliento, con los que lograban establecer una comunicación y equilibrio con los elementos de la naturaleza.