03 diciembre 2014

Virgen de la Peña de Francia, Patrona de la Villa del Carbón


Imagen de La Virgen de La Peña Tallada
Hace más de 450 años, en la Sierra de Francia en Salamanca España, leñadores y carboneros recopilaban los mejores leños, para ser vendidos a la gente y artesanos de los pequeños poblados cercanos, uno de ellos era San Martin del Castañar, la prosperidad de este pueblo se basaba en gran medida, en la fe que sus habitantes tenían a la Madre de Nuestro Señor Jesucristo ya que este poblado, se encuentra a los pies de la peña en donde se venera a la Sma. Virgen María de la Peña de Francia.    

Aquí, vivía un humilde carpintero, que creaba todo tipo de muebles y utensilios tanto para el uso doméstico, como para el trabajo en el campo,  su fervor, su devoción, los milagros a favor de los suyos y el agradecimiento por su bienestar, hizo que este artesano tallara en madera pequeñas imágenes de la Virgen de la Peña de Francia.  Por lo que en los altares de las casas de estos pueblos se podían encontrar, las esculturas de vestir, mismas que eran ataviadas por sus dueños, con hermosas prendas que confeccionaban las mujeres mayores de su congregación y en ocasiones por vestimentas que compraban directamente en la Plaza Mayor de la Ciudad de Salamanca, España.


Durante más de 200 años, estos pequeños poblados vivieron y presenciaron los innumerables milagros que la virgen concedía a sus fieles, la región de la Sierra de Francia, florecía espiritual y materialmente, después de un sin fin de conquistas he invasiones, emprendidas principalmente de las naciones musulmanas.  Al descubrirse las nuevas tierras por la corona española en el continente americano, miles de familias se aventuraron y emprendieron el viaje que los llevaría a una nueva vida, muy lejos de su tierra natal.  Encomendados a su virgen, estas familias españolas,  cruzaron  en compañía de sus pequeñas imágenes talladas, los mares y océanos que separaban las dos enormes naciones, que finalmente se hermanarían. 


  Vida y Tradiciones De La Sierra de Francia 

Cuando Hernán Cortés inició el reparto de tierras entre sus soldados, a lo que se le llamó la encomienda,  obligaba a que se les enseñaran a los indios la religión católica y les brindaran protección.  Las primeras y más grandes asignaciones de tierras en esta región las concede a Juan de Cuevas y Jerónimo Ruiz de la Mota, entre ambos poseyeron casi todo el actual territorio de Jiquipilco, San Bartolo Morelos, Chapa de Mota y Villa del Carbón.

Hacia 1535 se establece oficialmente el Virreinato de la Nueva España, siendo su primer Virrey Don Antonio de Mendoza, sus títulos le fueron entregados el 17 de Abril de 1535, y poco después, el 3 de Agosto de 1556, se otorga la primera merced de tierras al pueblo de San Luis de las Peras; y la segunda en 1559, al pueblo de Zacapexco.

A finales del siglo XVIII, en México existían más de 1,900 habitantes de la provincia de Salamanca, 31 de estas familias se establecieron en lo que fue el Señorío Otomí, en Xilotepec y en el recién renombrado municipio de Chapa de Mota.    Dedicándose principalmente a la explotación de los bosques y a la agricultura, estas personas buscaban cada día, mejores lugares que pudieran hacer más fácil su nueva vida.  Es así como después de peregrinar por miles de kilómetros, llegan a lo que los nativos llamaban los parajes de Agustín Moreno y Potrero del Tejocote, en términos del Potrero de San Jerónimo, a donde, por algún tiempo se trasladaban con su ganado para pastorear, principalmente de Junio a Septiembre,  esta labor se volvió recurrente por algunos años, por lo que varios de ellos comenzaron a establecerse, cada vez más cerca de la zona de pastoreo, formando rancherías en las orillas de los pueblos otomíes, de Zacapexco, Macabaca y Taxhimay.

Virrey Fernando de Alencastre
Esta actividad cambiaría el futuro de estos poblados nativos, ya que después de asentarse los españoles en este territorio, Don Antonio de la Cueva, vecino de este lugar, entonces perteneciente al partido de Chapa de Mota, Jurisdicción de Huichapan, de la Nueva España, pretendió a nombre de vecinos españoles, ante el Trigésimo Cuarto Virrey de la Nueva España, Don Francisco Fernández de la Cueva , que se les hiciese merced de un sitio de ganado mayor y cuatro caballerías de tierra por ser realengas (Pertenecientes a la Corona), en el paraje  de Agustín Moreno y Potrero del Tejocote.

Todas estas familias españolas durante años permanecieron dispersos, por lo que comenzaron la ardua labor de edificar un templo, que consolidaría su integración, es así como se crea la Congregación de Nuestra Señora Santa María de la Virgen de la Peña de Francia, debido a las imágenes que traían consigo los españoles,  ya que carecían de servicios espirituales y de justicia, dicha fundación es concedida a 171 personasel 9 de diciembre de 1713 por el Virrey Fernando de Alencastre Noroña y Silva.   


AVENTURA HACIA UN NUEVO MUNDO

Un puñado de españoles aventureros, se embarcaron a descubrir un NUEVO MUNDO, en nombre de su muy Católica Majestad el Emperador Don Carlos II, de Austria, Señor de España, y de su infinita fe y devoción hacia nuestra Stma. Señora Virgen María De La Peña De Francia

“ Todo aquel aventurero que osara atravesar los inmensos mares, e ir en busca de una nueva vida,  tenía por obligación, esperar la orden del Rey para partir hacia el nuevo mundo ”



Poco a poco, los viajeros se iban sintiendo menos incómodos entre cortesanos, para quienes el tiempo transcurría lento y placido. Con todo había momentos en que no podía soportar ese reflujo de las gentes, esa falsa valoración de los seres y de las cosas.

No eran pocas las horas que pasábamos a la orilla de los ríos y embarcaderos, esperando a ser llamados a navegar los inmensos mares en buscas de las tierras conquistadas; hemos crecido escuchando miles de historias y relatos de todos aquellos que se aventuraron a las indias, tierras de gran riqueza y prosperidad.

Leyes De Las Indias
Compadeciendo nuevamente ante el Real Consejo de las Indias,  después de una larga espera y de la desesperación ante los múltiples papeleos que se deben cumplir antes de partir, finalmente se nos han otorgado los permisos y privilegios de embarcarnos más aya de las indias occidentales;  nuestro destino es la Nueva España.

El viaje será una gran travesía que pocos han realizado, en la lista como siempre somos más hombres que mujeres, en nuestro grupo nos conocemos casi todos, por lo que estoy seguro que formaremos una colonia muy próspera, pero no deja de preocuparnos los temores por los peligros que enfrentaremos, más encomendados, a la Madre de Dios Hijo, la Santísima Virgen María de la Peña de Francia, que en nuestra larga travesía nos habrá de acompañar, así bendiga nuestro camino y ayude a capitanes y marineros en cualquier desventura y contratiempo.   Nos tranquiliza el saber que nuestro navío no viajará solo, son muchos los peligros y muy largo el camino, por ello, las caravanas que formaremos nos mantendrán resguardados de piratas y enemigos.

Muchas instrucciones hemos recibido, ahora sabemos que hacer desde el momento de embarcarnos hasta pisar tierra firme, el éxito de nuestra aventura depende de ello,  nuestras provisiones y seguridad esta por encima de todo, las provisiones que nos dan, son estrictamente racionadas, las áreas y horarios de convivencia en los barcos deben ser respetadas; la amistad con los nativos y lugareños donde arribaremos, nos mantendrán alejados de problemas, los capitanes y tripulantes debemos obtener por las buenas todo cuanto se pudiese.

Pequeñas islas por doquier, crean un rostro enigmático de este inmenso mar, formas rocosas atractivas y caprichosas cautivan en demasía y ocultan el peligro que en ellas acecha, para aquel que se atreva a pisar tierra adentro.

Después de 72 largos, aburridos y exhaustivos días, hemos arribado al puerto de este lugar, llamado La Vera Cruz, por fin conozco la nación de donde provienen todas esas historias y leyendas de los conquistadores que regresaban con objetos de oro, tan brillantes como el mismo sol.  Así, después de tantos años, hoy, yo estoy parado en estas tierras, esperando descubrir mi propio destino, quizá sin ninguna guerra por ganar, pero si por miles de batallas que emprender en la aventura.

Mapa de San Juan de Ulúa - La Vera Cruz


En el fuerte de San Juan de Ulúa hemos desembarcado, agotados y aturdidos por el viaje, esperaremos el momento propicio para partir de nuevo, hacia la travesía final, acompañados por carreteros que nos ayudarán con la carga de todas nuestras pertenencias.  

La vida y colores de estas tierras es indescriptible, la inmensa vegetación, el brillo de el agua transparente y los deliciosos alimentos, esto es mucho mejor de lo que jamás pude haber imaginado, nada en comparación con los ríos de mi natal España; y los productos que llegan de todo el mundo a este gran fuerte….  Esto es solo una pequeña prueba de todo lo que nos espera tierra adentro. 

Nuestra travesía continúa por sierras y colinas, llenas de vida y riquezas, el canto de las aves es celestial, pero eso no aminora el dolor de mis cansados y adoloridos pies, la carga de los grandes baúles es a cada paso, más pesada, a veces prefiero el interminable vaivén de los barcos, pero no podemos voltear atrás, cada día estamos más cerca de nuestro destino.

Hemos llegado a la ciudad de la Nueva España, nos quedaremos en uno de los grandes hostales, que fueron edificados para recibir a los frailes, aquí estaremos algún tiempo, mientras podremos desempacar algunas cosas y dar gracias con nuestras oraciones a nuestra Virgen de la Peña de Francia, por llegar a salvo hasta esta ciudad, y rogar por que el pequeño trayecto que nos falta sea lo menos fatigable.

Nuestro paso por este lugar solo fue de un par de semanas, ya que debemos de hallar nuestro destino en lejanas tierras más al norte.  Los frailes Franciscanos nos guiarán en nuestro ultimo recorrido, hacia el lugar que habremos de habitar, en la región a la que ellos llaman Xilotepec…..  Mas de 100 años han pasado desde que a Don Jerónimo Ruíz de la Mota se le otorgase la encomienda de establecerse y administrar las tierras de esta región, el 5 de Agosto de 1550.

 "El futuro de los siete pueblos otomíes de los indios, se transformaría completamente, como jamás había ocurrido en miles de años"

Durante muchos años anduvimos recorriendo esta región, conviviendo con nativos y frailes, que en nombre de la Cesárea Majestad, instruían a los indios, para acercarlos a nuestro único Dios,  por lo que en estas tierras lejanas solo nos pertenecía nuestra propia fe, pero el sacrificio que cada día ofrecíamos a la Virgen de la Peña, nos fue recompensado.  Pronto logramos establecernos en tierras fértiles, dadoras de vida y de bondades, dedicándonos a cuidar los animales con los que contábamos y empleando todo lo que podíamos para alimentarnos, vestirnos y construir dignamente un hogar en donde poder vivir; la riqueza natural nos brindó una gran variedad de frutos y alimentos, además los hermosos ríos de la zona me recordaban a los de la Sierra de Salamanca, al llamado Río de Francia.  Sin embargo nuestras carencias eran muchas, los servicios propios de una población eran casi inexistentes, y las grandes distancias entre cada una de ellas, complicaba más nuestra labor; periódicamente algunos de nosotros viajaba a la ciudad de la Nueva España para proveernos de los utensilios y artículos básicos para nuestro hogar; a la ciudad llevábamos productos del campo, como carbón, trementina, verduras y plantas; también ocotes que les servían para alumbrar las casas y calles durante la noche.  La recolección de frutos y plantas era una de las principales labores que nos sostuvo por mucho tiempo.

Evangelización De Naturales
Aprendimos muchas costumbres de los naturales, de sus actividades cotidianas que desempeñaban en sus jornadas en el campo, y de el empleo de diferentes plantas medicinales y comestibles, originarias de este Nuevo Mundo. Además hemos aprendido nuevas palabras, que los indios emplean para nombrar, todo tipo de cosas, productos, situaciones en su vida cotidiana, que no existen en nuestra nación, como por ejemplo: tlayolli la mazorca, chile, pulque, jitomate y tomate, chocolate y cacao, atole, aguacate, acocil, mezclapique, chicozapote, montzanex ‘mançanas’, zapote, polatanox ‘plátanos’, quelite, ahuautle, caxtilla metlatl ‘acenna para moler; hierbas medicinales tradicionales : cocoztomatl, caxuchitl, izcapatli, maztla de los frailes, muicle, nopalillo, sacatlascale ;  utensilios domésticos y del campo: acocote, tlachique, chiluca, chiquihuite, tompiate, guaje, itacate, metate, molcajete, mecate, popote, quimil, tecomate, tequesquite, apantle; caxtil ‘gallo o gallina de Castilla’,  oquichtoch conetl ‘asno pequeño’, axno conetl ‘burrico; Incluso en algunos cantos religiosos hemos escuchado estas palabras: Xampalacizco ‘San Francisco’, Malquex ‘marqués’, Tomax ‘Tomás’, caxtilteca ‘español’, Patele Xanto ‘Padre Santo’, celextial y Tiox ‘Dios.


"La Devoción a la Virgen de la Peña se extendió pronto por todas las regiones y por las tierras vecinas de Portugal. Levo anclas en las carabelas descubridoras,  rumbo a las Indias Orientales y Occidentales,  siguiendo el paso de cabalgadura de los conquistadores y el andar evangelizante de los misioneros. Y , como en la península Altares y Santuario a la Señora van jalonando las nuevas rutas".  

Se puede decir que en el siglo XV después del descubrimiento de la imagen, era una de las adoraciones de Nuestra Señora más populares y universal en el Reino de Castilla, y en los siglos XVII y XVII en toda España, en Portugal y en sus dominios de América y Extremo Oriente.

Hacienda Agrícola Carbonera - Tienda de Raya
La labor de pastoreo fue una de las actividades fundamentales para que las colonias españolas, lograran establecerse, en la provincia de Chiapan, de aquí surgió posteriormente una gran actividad económica, tanto para los europeos como para los caciques otomíes, a los que se les otorgaron mercedes, mismos que al paso del tiempo tomaron nombres y apellidos españoles, entre ellos podemos mencionar a Andrés de Rivas, Miguel Ángel Galván, Luis Juárez, entre otros….   Es así como surgen en los alrededores rancherías y haciendas de labor agrícola, estancias de ganado, atrayendo el interés de españoles y naturales para laborar en ellas, y para beneficio de dichas haciendas tenían indios, gañanes y arrieros que vivían con su familia en ellas, además, buscaban nuevos parajes ricos en vegetación, para sus animales y adecuados para el forraje; se crean decretos para que los indios que sirvan en las estancias y labores les paguen los dueños de éstas, seis reales de plata a cada uno por semana de trabajo.   La economía comenzó a fluir, existía un incremento comercial de todo tipo de productos y artículos e incluso propiedades.  “ El 9 de enero de 1697, se aprobó la escritura de venta de un rancho que se compone de un sitio de ganado menor y dos caballerías de tierra, en términos de Chapa de Mota y San Lorenzo, colindante con el Monte de la Bufa”.

Medio siglo después de haber llegado a estas tierras, nuestra población había crecido, las primeras familias que arribaron a esta región, ahora tenían dos nuevas generaciones, por lo que era cada vez más imprescindible contar con servicios de salud, justicia y sobre todo espiritualidad.   

En el año de Nuestro Señor Jesucristo de 1700, emprendimos la loable labor a favor de nos, de vuestra fe y prosperidad, que se nos otorgase la gracia concedida por la ilustradísima persona, El Virrey de la Nueva España Don Francisco Fernández de la Cueva, de fundar una congregación común, ya que para poder acudir a orar o a misa teníamos que trasladarnos a la población de San Miguel Chapa de Mota.  Dicha fundación fue concedida el 9 de Diciembre de 1713. 


Iglesia de la Peña de Francia
El poblado inicialmente se llamó Congregación de la Peña de Francia, perteneciendo a la Cofradía de Chapa de Mota.  El 17 de enero de 1714, Don Juan de Mutio, un ilustre y sabio sacerdote, fue quien hizo las gestiones necesarias para que dicha congregación, en acuerdo con los pueblos circunvecinos, dejara de pertenecer a Chapa de Mota, adquiriendo por consiguiente la categoría de Parroquia y de Ayuntamiento.

El templo se terminó en cuarenta años, fue abierto al culto religioso el 8 de diciembre de 1740, fecha en que se verificó el primer bautizo. El señor Domingo Vázquez se distinguió por su labor y empeño en la edificación de este edificio.

En 1723, la citada Congregación fue llamada Santo Tomás de Villa Nueva; y en 1740, se le conocía también como Congregación de Nuestra Señora de la Peña de Francia. Debido a que por mucho tiempo una de las actividades económicas del lugar fue la explotación de carbón vegetal, que se distribuía en los alrededores y en la Ciudad de México, a la nueva población también se le denominaba Villanueva del Carbón de Nuestra Señora Santa María de la Peña de Francia.

Tres siglos después, nuestra fe y devoción se incrementa recordando la vida y sucesos de quienes logramos fundar un pueblo basado en el amor y la esperanza, hacia nuestra Sma. Virgen María de la Peña de Francia, Madre de Dios Hijo y del Mundo entero. 



Leyenda de la Virgen de la Peña de Francia en Villa Del Carbón.

Sma. Virgen de la Peña de Villa del Carbón
Esta leyenda tiene su origen cuando la comunidad de Villa del Carbón aun llevaba el nombre de Santo Tomás de Villa Nueva, en aquel entonces pasaron los españoles con el objetivo de venerar la imagen de la Virgen de la Peña de Francia.  La Villa de Santo Tomás producía una enorme cantidad de carbón vegetal, de ahí el nombre de Villa del Carbón.

Existían familias de carboneros en condiciones muy precarias, subalimentación y un sin fin de problemas más.  La virgen se condolió al ver el sufrimiento de estos carboneros y quiso quedarse para ayudarlos. Cuando los portadores la buscaron para llevársela ella se escondió entre el carbón,  no la encontraron y  se fueron solo por el momento, porque su intención era regresar para recuperar su bendita imagen.  Después cuando los españoles y franceses decidieron regresar para buscarla, ya un templo se había levantado y le rendían un fervoroso culto por parte de los habitantes de esta región.

Quisieron llevársela, pero según cuentan, la virgen se hizo pesada de tal manera que no pudieron ni siquiera levantarla. Esto se interpretó como el deseo de la virgen de quedarse en esta comunidad, así que se respetó esta decisión y la iglesia se formó en el centro del poblado que ha seguido creciendo en tamaño y fe por la Virgen de la Peña de Francia a quien se le rinde culto en lo que ahora es orgullosamente la parroquia principal de Villa Del Carbón, en el Estado de México. 


Imagen De La Virgen De La Peña En La Historia

La imaginería es una especialidad del arte de la escultura, fundamentalmente en madera, dedicada a la representación de temas religiosos, de gran arraigo en la cultura española, ligada a la devoción popular, y acompaña al Cristianismo desde los primeros siglos, desde el románico y gótico hasta el barroco. 

Imagen Tallada En Madera De Castaño
El primer historiador del Santuario de la Peña de Francia, el P. Andrés Tetilla,  que debía conocer bien la imagen, al contarnos la visión de Simón Vela nos dice que “Vio en medio de la claridad una silla muy adornada, la cual parecía de oro.”  Y en seguida apareció una señora hermosísima, más que cuantas el vio jamás, sentada en una silla, la cual tenía un bello y gracioso niño en los brazos,   "Tal era la imagen contemplada entre los resplandores de una visión celeste".

Este tipo de imagen sentada en una silla, con el niño en los brazos responde bien a la mayor parte de los ejemplares dejados en la edad media,  y aun la moderna hasta que se introdujo la desdichada moda de vestir las imágenes y en cubrir su sencillez escultórica con la riqueza de los vestidos y joyas.

En la edición de la historia de 1567, la más antigua que se posee,  lleva al principio un grabado digno de estudio,  la madre se halla sentada en una silla, estilo de cátedra, con la mano izquierda sostiene al niño, al parecer desnudo, que esta sentado en su regazo, y la derecha la tiene levantada, como si mostrara alguna cosa que no se puede discernir. El Niño, con la izquierda, tiene cogida la de su madre y con la derecha parece bendecir.

El P. Domingo Caballo, que nos habla de la imagen del principio del siglo CVIII, “ Es la santísima imagen muy morena y algunas veces se encuentra tan agraciada y hermosa, que arrebata los corazones. Pero en otras ocasiones especialmente cuando hay tempestades, ostenta un rostro tan severo u airado, que son pocos los que se atreven a mirarla.

Tiene un vestido largo, que la cubre toda menos a el niño, el cual tiene extendida la mano, dando la bendición al pueblo,  a quien tiene vuelto el rostro, como la virgen". Precisamente en el vestido y adorno de la imagen se mostró más generosa la devoción de los fieles hacia la Virgen de la Peña de Francia, como de ordinario hacia las otras imágenes que se habían venerado.

Imagen Tallada En Madera De Castaño
De las estampas del siglo XVIII, hay una que lleva la fecha de 1756 y fue grabada por Félix Prieto de Salamanca. Se presenta la imagen en forma de una pirámide de ancha base, cubierta de rico manto y adornada de un collar que pende del cuello.  La cara va encuadrada en un rostrillo, como toca de monja, y en la cabeza tiene una corona. Todo ello da una apariencia de mucha riqueza, pero nos oculta la forma natural de la imagen.

Dr. D. Tomas Baeza, en 1865, publicó un libro sobre la historia del santuario, y de esta nos deja una minuciosa descripción,  “ Aunque se le ve vestida y alta, es de talla, de madera pequeña. Su altura no pasa de 70 cm, cuando vestida aparenta cerca de un metro. La cabeza es muy larga en proporción al cuerpo y no tiene cabellera. La cubre una especie de toca, y encima, sobrepuesto, lleva un cerco para colocar la corona. La frente es espaciosa y de nariz larga; los ojos son solo pintados. La boca no es más que una abertura horizontal. El cuello muy largo y descubierto,  igual que la parte superior del pecho. Los ropajes son túnica con ceñidor muy alto que le cae desde los hombros, pasando por debajo del brazo derecho y quedando recogido por debajo en el brazo que sostiene al niño. Está de pie, descansando sobre una base lisa.

“Que, mirada de cerca esta sagrada imagen infunde una tierna y profunda devoción. La misma sencillez de sus formas,  rechaza todo sentimiento de curiosidad y el cristiano que fija en ella sus ojos, tiene que caer de rodillas, ante  la idea de la grandeza, el poder y la bondad de la señora,  representada en aquella sagrada imagen”.

Cronológicamente, la primitiva imagen de la virgen pertenece a el siglo XII,  del mismo tiempo, parecen ser las imágenes del crucifijo,  la de Santiago y la de San Andrés, que se veneran en el mismo santuario.  En el siglo XIX, con la invasión francesa y luego con la expulsión de las órdenes religiosas, el santuario quedó algún tiempo abandonado y sufrió un expolio completo. El 17 de agosto de 1872 fue robada la imagen, y devuelta -bajo secreto de confesión- el 18 de diciembre de 1889. La imagen se encontraba sumamente deteriorada; por eso en 1890 se hizo una nueva, que es la que actualmente se venera y guarda en su interior los restos de la primitiva. 

La imagen de la Virgen de la Peña de Francia, fue canónicamente coronada el 4 de junio de 1952 en la Plaza Mayor de Salamanca.


Coronación de la Virgen de la Peña de Francia

Comienzo Del Culto Y Milagros

No solo de la región serrana y de la provincia de Salamanca, sino de todo el Reino, de Andalucía, de ambas Castillas, Extremadura, Galicia, Asturias, de las provincias Vascongadas, etc. acudían en peregrinación a la peña de Francia.   Los mismos portugueses destacaban por su piedad hacia el santuario,  y cuando las Indias fueron descubiertas, los españoles y portugueses llevaban a sus colonias la devoción que en sus familias habían aprendido.  Su amor y gratitud a la virgen lo demostraban llegando al santuario con grandes sacrificios y admirables muestras de fe.

"Muchos iban a la Peña de Francia a pie y descalzos caminando grandes jornadas, algunos llevaban su sacrificio, hasta subir de rodillas una parte de la cuesta".
 
Gil Gonzales en 1464, en tierra de Oviedo, en un grave aprieto en el que le pusieron unos ladrones, que le asaltaron viniendo de una feria, se facultó a la Virgen de la Peña de Francia, haciendo voto de venir en peregrinación a su devota casa a pie y descalzo, y dar 500 maravedíes para la obra del santuario.

Juan de Guadalupe de Medina del Campo, siendo acometido por tres enemigos, que le hirieron gravemente y dándolo por muerto lo arrojaron a un río, se encomendó a  nuestra señora de la peña de Francia, y le prometió que le serviría año y medio en su obra, y dará una espada, un broquel y todas cuantas armas tenía. Y así vino luego a cumplir el voto y sirvió todo el tiempo que tenia prometido, ofreciendo las armas,  y una ballesta con su aljaba de pasadores.

“ Si No Queréis Prestar Fe A Mis Palabras, Prestadla A Mis Obras ”  
 Jesucristo

                   
Santuario de la Virgen de la Peña de Francia 1950 


Testimonio en México

Este relato nos ofrece al mismo tiempo sucesos acaecidos en México, una prueba de cómo la devoción a la Virgen de la Peña de Francia se dilataba por vastos dominios de España y Portugal.

Son protagonistas D. Manuel Vicente Mozo y su mujer Dña. Josefa Serrano, naturales de Antiguas, en el Señorío de Vizcaya, los cuales bajo juramento depusieron ante notario lo que sigue: Habiendo pasado el referido,  D. Manuel a los reinos de la Nueva España, por Febrero de 1760, se prendió fuego en la casa de estos señores, hallándose ausentes, el fuego comenzó por la cocina y se propagó tan rápidamente a los pisos, y las llamas se extendía hasta el patio de la casa.

La señora, aunque sorprendida entro a la casa en compañía de un negro, llamado Marcos de Sonsorera, y tomando en su mano un chacual, que es un cubo o pequeña herrada, lleno de agua, se le dio al sirviente diciéndole:  Marcos, toma, sube a la azotea y echa esta agua al fuego, y al derramarla has de decir:  

 Vaya en nombre de Nuestra Señora de la Peña de Francia”
Hizo lo así,  Marcos, pronunciarlo y echar el agua y apagarse enteramente el fuego todo fue uno.
Los albañiles y carpinteros, que habían subido a la azotea, bajaron a la cocina, donde estaba Doña Josefa,  admirados y preguntaban por la causa de lo sucedido.  A lo que el sirviente Manuel contestaba con mucha gracia: ¡Santa María de la Peña de Francia Fuego Apagar!

Semejantes manifestaciones de fe, y piedad hacia la virgen podemos comprobarlas hoy mismo, los teólogos discuten sobre la mediación universal de la Madre de Dios. Los fieles que así obran, bajo la inspiración del espíritu santo, no discuten, afirman su fe inconfundible en la mediación de la Virgen.


La Fe de Otras Naciones
Esta devoción había pasado el Atlántico, hasta El Real y Minas de San Gregorio en Nueva Galicia   (Zacatecas) y Santo Tomás de Villa Nueva (Villa del Carbón) en Nueva España (México),  en donde existían capillas dedicados a la Virgen de la Peña de Francia. Estos son pequeños botones de muestra para manifestar  la extensión e intensidad que alcanzó la devoción de la Virgen de la Peña de Francia.

Pero de todos los santuarios derivados de la Peña de Francia, el más célebre, es sin duda el de nueva Cáceres, en Filipinas, que hasta hoy persevera rodeado de gran devoción de los fieles.   Considerado el evento religioso más grande y popular en las Filipinas, la fiesta Peñafrancia es de hecho un asunto de una semana, que comienza el segundo Viernes de Septiembre, cuando la milagrosa INA (Madre). se transfiere desde su santuario a la Centenaria Catedral Metropolitana, donde un Naga novena de nueve días y las oraciones se celebran en su honor; funcionarios del gobierno, miembros del gabinete, embajadores, gobernadores, alcaldes, senadores, diputados, líderes de negocio, industria, terratenientes, etc,  competirán por el honor de patrocinar una novena noche y oraciones en la Catedral Naga.

La devoción comenzó hace 300 años, en 1710, cuando el P. Miguel Robles de Covarrubias tenía una imagen tallada, una capilla construida y procesiones en honor a la milagrosa imagen de la Virgen de Peñafrancia, en cuenta a los muchos favores que recibió a través de la ayuda de la Virgen, sobre todo referente a su salud. Desde entonces, la devoción ha crecido e incluso ha alcanzado el extranjero. Cuentan devotos de la curación y los favores recibidos por su intercesión son una razón para la difusión de la devoción. Muchos han llegado a Naga como visitantes curiosos e izquierda como devotos de la Virgen.

Es tanta la pasión de esta region, que sus fieles compusieron un himno a la Virgen de Peñafrancia o Lady Peñafrancia.   El "Himno a Nuestra Señora de Peñafrancia" o "Resuene Vibrante", como lo llaman Bicolanos es el himno oficial de los devotos a la Virgen de Bicolandia compuesta por el P. Maximo Huguera, CM, en el año 1924, este fue traducido a Bikolano por el P. Jesús Esplana y el P. Sohl Saez.

  
 Himno a Nuestra Señora PEÑAFRANCIA
 
LA MADRE DE LA GRACIA
Música: D. Santiago Taffal, pbro.

La Madre de la gracia
y mi tesoro,
en la Peña de Francia
tiene su trono.

CORO
En las culpas y penas
de mi pobre alma,
la Virgen de la Peña
es mi esperanza.

En tus brazos tenemos
al Dios del cielo,
en tus ojos bebemos
siempre consuelo.
(Al coro)

Líbranos del pecado
y del infierno,
llévanos de tu mano
al gozo eterno.
(Al coro)

Adiós, Madre querida,
tuyos seremos,
tu majestad bendiga
la tierra y cielo.
(Al coro)




Letra: P. José Mª Guervós OP

Música: P. Luis Mª Vicuña OP

En el campo salmantino,
tierra torera y bravía,
reinas Tú, Madre de Dios,
Morena de serranía.

Sobre mi capote grana
siento tu luz que me guía
y entre la cruz de mi estoque
tu mano sobre la mía.

CORO
Virgen de Peña de Francia,
Morena de sol y viento:
yo te ofrezco el clavel rojo
de mi capote entreabierto.

Cuida tu, Madre, mi vida,
cuando la juego en el ruedo
Virgen de Peña de Francia,
Morena de sol y viento.

En las tardes de corrida
sobre el fuego de la arena
brota gracia de espuma
que remata mi faena.

Encina que me das sombra,
brisa que frente seca,
agua que besa mis labios,
mi Virgencita morena.
































By Rave Dee Jay







3 comentarios:

  1. Es importante no descuidar, ni olvidar nuestras raíces y el muicle es de las pocas que mencionaste que conocía

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  2. En donde puedo encontrar las fichas bibilograficas de este relato?

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  3. De favor , ¿podrían corregir algunas faltas de ortografía del texto ?

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