La vida de los primeros pobladores y asentamientos humanos
transcurría en las grandes montañas cubiertas por una increíble naturaleza que
les dotaba de infinidad de alimento pero también resguardaba el peligro, para
aquellos que se aventuraran a explorarlas.
Las principales actividades que
desempeñaban era la caza, la recolección y la siembra. Creaban terrazas de cultivo en donde
sembraban semillas y plantas que les proporcionaban alimentos, empleadas desde épocas remotas, por lo que
aun se encuentran terraplenes entre las lomas y barrancas en donde cultivaban,
las cuales datan cuando menos del 500
a.C.
Los abrigos rocosos como cuevas
ofrecían un lugar seguro para poder sobrevivir a las inclemencias del tiempo,
así como de enemigos que quisieran apoderarse de sus bienes, además ofrecían
seguridad para las mujeres y niños mientras los hombres salían a buscar
alimentos, por lo que encontrar una cavidad sobre las peñas o lomas hacia más
fácil la vida, principalmente si se encontraba a la orilla de un río, ya que ahí
acudían diversas especies animales para tomar agua y a su vez ellos se
hidrataban con este líquido vital.
Es común encontrar en la rivera de los ríos, cuevas en donde
se pueden observar rastros de asentamientos prehispánicos, incluso de estilo
teotihuacano, las cuales estuvieron habitadas en algún tiempo de la historia, y
en los alrededores aparecen puntas de proyectil o navajillas de obsidiana
negra, prueba de la actividad de cacería que realizaban para poder subsistir,
así como metates prehispánicos elaborados sobre rocas con la finalidad de moler
sus alimentos para su preparación, y una infinidad de malacates de diversos
diseños con los que se fabricaban hilos de lana o fibras vegetales para tejer
prendas y textiles. Objetos prehispánicos que ha dejado el paso del tiempo,
testigo de la evolución del ser humano y su existencia en este mundo.
La vida de estos grupos humanos quedó plasmada sobre la
misma tierra que los protegió, mediante
hermosas pinturas rupestres que nos muestran la visión e interpretación que
tenían del cosmos y del medio en el que vivían,
las representaciones exhiben cuadrúpedos, cánidos como perros o coyotes,
figuras antropomorfas de colores blanco,
rojo y naranja así como lunas y soles en lo alto de la cueva, dando vida a
estos motivos rupestres situados en el plano terrenal y astral, mismos que
expresan la forma en que se organizaban para cazar animales ahora extintos en
la región.
El fuego es un ícono muy
importante ya que denota el momento en que el hombre tubo la capacidad de
modificar su entorno, plasmar fogones sobre las pinturas era símbolo de su casa
u hogar, para los otomíes el fuego y el ser otomí son componentes de una misma
deidad por lo que significaban ser integrantes a un mismo grupo étnico.
Además plasmaban seres míticos como chamanes y duendes de
los bosques, ya que estos eran protectores de la naturaleza y se asociaban al
bajo astral, por lo que había que tomarlos en cuenta sobre todo al momento de
la caza. Estos seres elementales han sido encontrados en pequeñas figurillas de
barro sobre las milpas, así como silbatos mismos que al ser usados producen un
sonido que los llama y era empleado para que cuidara de sus sembradíos, por lo que
se creía que los silbatos prehispánicos contenían de alguna manera a estos
pequeños duendes, y a ser usado se liberaba, hecho que ha sido platicado en la
actualidad por gente que ha encontrado estos objetos, y al silbar con ellos los duendes se
les aparecen y hacen muchas travesuras.
Sin embargo los primeros
asentamientos de gran tamaño comenzaron hasta la época Tolteca, debido al
contacto directo que existió con Tula, hasta su destrucción, por lo que los
tolteca-otomí emigran a la región de Xilotepec-Chiapan,
a la que pertenecía Villa del Carbón; posteriormente fue dominada por los
mexicas estableciéndose en los alrededores con el propósito de gobernar y así
cobrar un impuesto, opresión que continúo hasta la llegada de los españoles.
La colonización del nuevo mundo transforma la vida de
aquellos personajes, sus costumbres y actividades cotidianas se convierten en
cultura y a través del tiempo surge una nueva vida, un nuevo mundo y por
supuesto nuevos hombres.
Nuestras raíces están estrechamente ligadas con la vida de
cada individuo, etnia, raza, y con los pueblos que generaron lo que hoy es nuestra
identidad como nación, ellos forjaron con esfuerzo el camino que abría de
recorrer el nuevo mundo que inevitablemente surgiría. Cada pueblo trae arraigado consigo el origen de su evolución, sin
importar el paso del tiempo y lo que este transforme, su cultura y su gente son
el reflejo de miles de años que crearon nuestra historia.
Hablar de cada personaje que nos dio identidad como pueblo,
es rendirles un homenaje con el fin de reconocer que sin su vida y labor, hubiera sido
imposible cimentar nuestras raíces.
RAÍCES DE UN PUEBLO MÁGICO
Los primeros pobladores se protegían del clima en las cuevas
y huecos naturales ubicados en las lomas
y peñascos, pero al paso del tiempo empezaron a transformar su entorno
utilizando los propios recursos de la naturaleza, para así cubrir sus
necesidades y hacer del medio natural y del planeta un mejor lugar para vivir.
Elaboración de Adobes |
Cada cubo de tierra era trabajado durante horas, utilizando
los pies para batir y mezclar la tierra con la paja u ocochal, hasta que
estuviera totalmente listo y así colocarlo dentro de un cuadro de madera para
que se compactara, secándose la mezcla, en donde después de algunas hora se
obtendría el abobe y así sucesivamente repitiendo este proceso por miles de
veces.
Sin embargo el hombre no se despegó totalmente de su antigua
forma de vida, en donde habitaba en chozas y cuevas, ya que a lo largo del
tiempo estas le seguían siendo útiles, ya no para vivir sino para desempeñar
algunas actividades cotidianas del campo en donde podrían resguardar a sus
animales o utensilios de labranza.
EL CARBONEROEl Carbonero |
Debido a la
exuberante riqueza vegetal que existía en el municipio, los pobladores
comercializaron con los recursos forestales, como lo es en el caso de los
árboles para hacer carbón, el cual se creaba en hornos cubiertos de tierra y
posteriormente se transportaba en burros y mulas hacia la ciudad para ser
vendido. De esta forma los campesinos obtenían ganancias y una buena recompensa
económica por su trabajo, ya que esta labor se convirtió en la principal
actividad del poblado influyendo de tal modo que de ahí tomo su nombre,
conociéndose como congregación de nuestra señora de la peña de Francia en donde
se hace carbón y finalmente solo como villa del carbón.
Los carboneros
pasaban arduas jornadas en el campo, haciendo y juntando leña para fabricar los
hornos de carbón, los cuales armaban cuidadosamente colocando los trozos de
leña de forma estratégica para su transformación en carbón ya que si no se
hacia de la forma correcta se corría el riesgo de que estos se quemaran, por lo
que la gente dedicada a este trabajo pasaba días cuidando los grandes hornos,
por lo que tenían que crear chozas de pastos o zacaton en donde pudiesen
resguardase para dormir ya que además de el cuidado para que no se quemaran
podrían ser robados por otras gentes para vender el carbón recién fabricado.
PREPARACIÓN DE TORTILLAS
Las tortillas de maíz son parte en la
gastronomía mexicana, su elaboración es mediante de maíz nixtamalizado (según el
proceso tradicional) es muy antigua; fueron los aztecas quienes trasmitieron
este procedimiento de generación en generación, el cual ha perdurado a través
de los años. En aquella época, el maíz nixtamalizado era molido en un metate de
piedra para producir la masa que se utilizaba para formar discos de
aproximadamente veinte centímetros de diámetro, que se cocían en comales de
barro. El producto resultante era llamado tlaxcalli por los aztecas y
posteriormente fue bautizado como “tortilla” por los españoles.
Tortillera |
Este complejo proceso heredado de
nuestros ancestros se utiliza como tal desde hace aproximadamente 3,500 años
con sólo algunas modificaciones técnicas en su producción, pero en esencia se
sigue utilizando el mismo proceso, que involucra como primera etapa un
cocimiento térmicoalcalino del maíz denominado nixtama - lización .
Creando el nixtamal para después moler en el metate y así obtener la masa que era cocida en el
comal el cual calentaban con leña. Según el tipo de maíz se obtenían una gran variedad de tortillas, su sabor y
color depende de la clase de mazorca como el maíz amarillo el azul o morado. El
consumo diario de tortillas en México es de aproximadamente 300 millones y fue
el que hacer cotidiano de la mujer, ya que además de elaborarlas, era común ir
al campo a llevar de comer a los hombres de su familia, a la orilla de las
tierras de labranza.
TLACHIQUERO
Una de las bebidas preferidas por
los emperadores aztecas y por la clase noble fue el pulque, este néctar era
extraído de las diferentes clases de magueyes que existían, a las personas que
raspan los magueyes se les conoce como
tlachiqueros, su proceso consistía en
preparar a la planta limpiando las espinas y raspando su corazón , para que
segregara este líquido de su interior que posteriormente, succionado por un
acocote, que es una calabaza larga, de hasta un metro de longitud y perforada por ambos extremos, para extraer por succión el aguamiel del maguey., posteriormente este
es tratado dejándolo fermentar creando
así el pulque .
El pulque es y ha sido desde
siempre una bebida tradicional en el país. Hacia el siglo XIX empezó a
organizarse una producción masiva para abastecer a las ciudades que estaban
creciendo. Así fue como aparecieron las haciendas de plantaciones de maguey en
varios estados como Hidalgo, Tlaxcala y el Estado de México.
Esta bebida se tomaba como agua
fresca durante la jornada de trabajo, y en el pueblo se vendían en las
pulquerías donde la gente se reunía después del trabajo para convivir con los amigos y disfrutar de esta bebida
prehispánica.
La figura del charro mexicano, se remonta a la época colonial, cuando se
originaron las haciendas y los ranchos, sin embargo el primer contacto
de los indígenas de América con el caballo, se remonta a la época de
la conquista. La población indígena que nunca había visto antes el
animal pensaron en un principio que caballo y jinete, eran un solo ser;
para los españoles en cambio, el noble bruto constituía un
indispensable medio de transporte y conquista. Además no se puede dejar
de mencionar que existía una ley entre los españoles de no dejar
aprender a los indígenas a conocer y montar caballos.
500 años después, la fiesta charra en Villa del Carbón, recrea esta
tradición para adoptar la herencia que a partir de la promulgación de
la Charrería como Deporte Nacional, hizo eco en este municipio. Por
ello, en el año de 1971 se crea la Asociación de Charros de Villa del Carbón, la cual, a
lo largo del tiempo ha visto crecer sus logros y triunfos en cada
torneo por toda la república.
EL CAMPESINO
La gente humilde se levantaba antes que el sol saliera para trasladarse al campo y trabajar sus milpas en extensas jornadas con la ayuda de animales como son los bueyes, mulas o caballos, dóciles compañeros que le facilitaban el arduo trabajo, la yunta y el arado eran su principal herramienta para labrar cada surco de donde se generaría la vida que lo alimentara.
Además se comercializaban algunos de los productos que estos obtenían del campo intercambiando en mercados locales o saliendo a vender a los grandes poblados, de este modo su labor era primordial para toda la sociedad, en el momento de adquirir productos naturales de gran calidad.
Los cereales eran guardados en trojes elaborados de madera en donde se almacenaban exponiéndolos al sol para que se secaran y posteriormente se resguardaban en graneros o en los tapancos de sus propias casas. En las grandes haciendas se contaban con enormes espacios dedicados especialmente para guardar la producción que el campo les proveía, ya que contaban con miles de hectáreas en donde se sembrada una vasta variedad de forraje y hortalizas, mismas que les dejaban una importante derrama económica con la que se sostenían.
Por lo que era muy importante saber interpretar a la naturaleza así como el clima, ya que de estos dependía que su cosecha se lograra y el campesino obtuviera una buena producción, proveyéndole cereales para él y sus animales, con los que se alimentaria durante todo el año, hasta la nueva temporada de siembra.
Actualmente el campesino aun sigue labrando sus tierras produciendo solo alimento para su propio consumo; las grandes extensiones territoriales se han acabado si como la dominación y explotación de los terratenientes y caciques que trajo consigo la conquista española. La producción de alimentos orgánicos crea un nuevo mercado en las grandes urbes, mismas que ayudaron a la extinción de las tierras de sembradíos y ahora estas generan una esperanza para esta humilde e importante actividad.
Además se comercializaban algunos de los productos que estos obtenían del campo intercambiando en mercados locales o saliendo a vender a los grandes poblados, de este modo su labor era primordial para toda la sociedad, en el momento de adquirir productos naturales de gran calidad.
Los cereales eran guardados en trojes elaborados de madera en donde se almacenaban exponiéndolos al sol para que se secaran y posteriormente se resguardaban en graneros o en los tapancos de sus propias casas. En las grandes haciendas se contaban con enormes espacios dedicados especialmente para guardar la producción que el campo les proveía, ya que contaban con miles de hectáreas en donde se sembrada una vasta variedad de forraje y hortalizas, mismas que les dejaban una importante derrama económica con la que se sostenían.
Por lo que era muy importante saber interpretar a la naturaleza así como el clima, ya que de estos dependía que su cosecha se lograra y el campesino obtuviera una buena producción, proveyéndole cereales para él y sus animales, con los que se alimentaria durante todo el año, hasta la nueva temporada de siembra.
Actualmente el campesino aun sigue labrando sus tierras produciendo solo alimento para su propio consumo; las grandes extensiones territoriales se han acabado si como la dominación y explotación de los terratenientes y caciques que trajo consigo la conquista española. La producción de alimentos orgánicos crea un nuevo mercado en las grandes urbes, mismas que ayudaron a la extinción de las tierras de sembradíos y ahora estas generan una esperanza para esta humilde e importante actividad.
Si deseas conocer más sobre las raíces y personajes que
crearon nuestro pueblo y nación, te invitamos a visitar La Casa Del Recuerdo, en
donde te reencontraras con tu propio pasado, recorriendo cada uno de sus espacios
temáticos, y siéntete orgulloso de ser mexicano.
Casa del Recuerdo Figuras de Barro. |
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