17 marzo 2018

LOS PAJAREROS DE MÉXICO


De la gama de relaciones que los humanos establecen con el mundo animal, destacan las que se crean con las aves.

En el pasado se atrapaban aves por diversas razones. Unas veces era para disfrutar de su melodioso trino o de su colorido plumaje, y otras veces era para comerlas o para ofrecerlas como sacrificio. Dado que estas criaturas —cautas y huidizas por naturaleza— no eran presa fácil, el pajarero de tiempos bíblicos tenía que estudiar detenidamente las peculiaridades y costumbres de cada ave a fin de preparar trampas eficaces.


En México, país con una rica avifauna, las culturas antiguas y actuales han fincado relaciones con  fines alimenticios, medicinales, mágico religiosos, entre otros, para lo cual se cazan o se capturan vivas. Sólo un ejemplo: en San Miguel Tzinacapan, comunidad nahua de Puebla, se reconocen y nombran 131 especies de aves, de las cuales 91 tienen uno o más usos. Una de las actividades más presentes en la sociedad mexicana es la captura de aves confines de ornato o compañía, especialmente las canoras. Varias son atractivas por sus plumajes coloridos como los cardenales, mientras que otras son capturadas por la belleza de sus cantos, como los cenzontles y clarines. Esta actividad se remonta a tiempos prehispánicos.  Tales evidencias sitúan a este o cio en una dimensión histórica y le otorgan un incuestionable valor cultural. No obstante la actividad ha sido poco documentada, ya que la literatura científica con enfoque etno-ornitológico es escasa. Como contraparte, el oficio de pajarero es habitualmente menospreciado e incluso visto como una actividad negativa, no sólo porque “priva de libertad” a los individuos, sino por- que supuestamente afecta a las poblaciones de las especies capturadas. Sin embargo, se sabe que la principal amenaza que enfrenta la mayoría de las especies de aves es la pérdida de hábitat.


Los pajareros: La Dimensión Nacional
En la actualidad hay alrededor de 800 pajareros registrados que capturan unas 300 aves de, máximo, 28 especies nativas por persona y sólo en el estado de residencia. Las entidades registradas son Aguascalientes, Coahuila, Durango, Estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Puebla, Querétaro, Sinaloa, San Luis Potosí y Veracruz, además de la Ciudad de México (datos oficiales de semarnat, 2013). Cabe señalar que el número de permisos y especies capturables ha disminuido notoriamente en los últimos años.

La Captura De Aves En México: Un Oficio Regulado

Este o cio tradicional se encuentra regulado a través de la Dirección General de Vida Silvestre (DGVS) , de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (semarnat), con la ayuda de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (conabio) que las asesora o emite opiniones técnicas, y la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (profepa), que ejerce la inspección y vigilancia. La DGVS otorga licencias de Aprovechamiento de Aves Canoras y de Ornato a través de los tradicionales permisos para subsistencia y las denominadas “Unidades de Manejo para la Conservación de Vida Silvestre” (uma), estas últimas implementadas desde 1996.10 La mayoría de los permisos son de subsistencia y los pajareros son los principales usuarios legítimos de este recurso ya que, según el artículo 106 del Reglamento de la Ley General de Vida Silvestre (lgvs): “se considerará aprovechamiento de subsistencia al uso de ejemplares, partes o derivados de la vida silvestre para consumo directo o venta, para la satisfacción total o parcial de necesidades básicas relacionadas directamente con alimentación, vivienda y salud, así como las de dependientes económicos”. Estos permisos parten de la base del reconocimiento de los usos y costumbres, los bajos recursos económicos y la herencia o larga trayectoria de la persona en el oficio.

El proceso Productivo Y Los Conocimientos De Los Pajareros
Más de la mitad de los pajareros tienen orígenes indígenas y cuentan con un promedio de 22.6 años dedicándose a este o cio, el cual es familiar y se transmite de una generación a otra. Durante cada una de las secuencias para desarrollarlo, participa toda la familia y cada miembro tiene un rol: captura, transporte y venta, pero también aclimatación y cuidado de las aves, tarea que en general la ejercen las mujeres y niños en el ámbito doméstico.

Este proceso productivo conlleva un conjunto de conocimientos relacionados con los hábitats, los sitios de captura, el ciclo de vida y los comportamientos de las aves. Sólo para la captura son necesarias herramientas específicas, que consisten en diferentes tipos de trampas, con características según el modo de capturar a las aves, que principalmente son dos: si se utiliza cebo como fruta silvestre, o si se emplea un ave señuelo denominada cabresto. Todos los saberes alrededor de la captura son enormes, pues necesitan conocer a la perfección la alimentación de las aves silvestres y los cuidados necesarios para que el señuelo llegue a ser un buen cabresto. Asimismo, conocen a los depredadores de las aves, pues durante la captura puede aparecer alguno de ellos. Los pajareros tienen el interés de cuidar el recurso porque está muy relacionado con su o cio, es su modus vivendi y son auténticos naturalistas; además tienen cualidades específicas como perseverancia, paciencia, diligencia, buena condición física y agilidad. El o cio incluye darle todo tipo de cuidados a las aves: limpiar sus jaulas todos los días, proporcionar comida adecuada según la especie, agua limpia a diario, curaciones y medicamentos especiales cuando se enferman o lesionan y darles cobijo para protegerlas del entorno. Después, sigue venderlas en diversos tianguis del país; los pajareros les explican a las personas exactamente qué ave se están llevando y en qué consiste mantenerla en su casa para darles el mejor cuidado.


Los Pajareros: Sus Organizaciones Y Gremios

Las familias pajareras están bien hermanadas y las vincula un sentimiento colectivo. La organización del oficio está bien estructurada en uniones estatales o regionales que existen por lo menos desde hace 40 años y están lideradas por un presidente, cuya principal función es representarlas ante el gobierno. A través de los presidentes los pajareros solicitan permisos de aprovechamiento de aves canoras y de ornato a la DGVS, y esta institución comprueba los requisitos para poder obtener dichos permisos.



Los Pajareros y Su Dimensión Cultural

Por lo que se refiere al valor simbólico de las aves cabe mencionar los hermosos eventos culturales y familiares que organizan los pajareros, que los fusionan aún más y se sienten satisfechos y empoderados. Por ejemplo, son impactantes las peregrinaciones donde las aves forman parte central en la ceremonia, ya que transmutan su valor económico en uno simbólico, cultural y espiritual. En varios estados de México, por lo menos desde 1634 esta festividad ha permanecido, implica el peregrinar de cientos de pajareros, quienes portan sus jaulas decoradas con flores. En la peregrinación de 2013 a la Basílica de Guadalupe se estimó que participaron 280 familias pajareras. En estas festividades las mejores aves, que generalmente son el cenzontle, el clarín y el jilguero, se bendicen y se ofrecen sus cantos a la Guadalupana y a Dios para dar gracias y pedir que su oficio continúe.

Los Pajareros y Su Dimensión Cultural

Por lo que se refiere al valor simbólico de las aves cabe mencionar los hermosos eventos culturales y familiares que organizan los pajareros, que los fusionan aún más y se sienten satisfechos y empoderados. Por ejemplo, son impactantes las peregrinaciones donde las aves forman parte central en la ceremonia, ya que transmutan su valor económico en uno simbólico, cultural y espiritual. En varios estados de México, por lo menos desde 1634 esta festividad ha permanecido, implica el peregrinar de cientos de pajareros, quienes portan sus jaulas decoradas con flores. En la peregrinación de 2013 a la Basílica de Guadalupe se estimó que participaron 280 familias pajareras. En estas festividades las mejores aves, que generalmente son el cenzontle, el clarín y el jilguero, se bendicen y se ofrecen sus cantos a la Guadalupana y a Dios para dar gracias y pedir que su oficio continúe.

Los Pajareros ¿Patrimonio Biocultural?

¿Qué hace que una familia se convierta en pajarera? Son varios factores entrelazados: la herencia y la tradición, la necesidad económica y la pobreza, la falta de otras oportunidades laborales, el considerarse el “único saber hacer” y, por supuesto, el gusto, la satisfacción por este trabajo y el sentido de pertenencia al gremio. Los pajareros tienen gran apego y siente cariño por las aves, les fascinan sus cantos y aprecian convivir con ellas. Se sienten orgullosos de todos los saberes que tienen para ejercer su trabajo. Asimismo les agrada estar en contacto con la naturaleza y conocer varios lugares y personas durante su trabajo.

Desafortunadamente, en términos generales, el oficio de pajarero se mantiene incomprendido, y como consecuencia afronta grandes retos y amenazas. Recientemente ha surgido una confusión y se ha utilizado el término pajarero con otros propósitos, como sinónimo de “observador de aves” o “birdwatcher”. Esta situación fomenta la desaparición del oficio, pues a partir de la apropiación del término se invisibiliza a los pajareros; ellos son quienes se denominan así desde hace por lo menos un siglo. Aun peor, en los últimos años se ha incrementado notoriamente una imagen de los pajareros como causantes del deterioro de las poblaciones de aves y como un colectivo “malo”. Esta percepción ha generado su persecución indiscriminada con infinitas denuncias anónimas que fomentan su hostigamiento hasta llegar a malas prácticas por parte de algunos funcionarios públicos, sobre todo del policiaco, como abusos de poder y extorsión. Como consecuencia, los pajareros tienen miedo. Estos sucesos son extremadamente tristes pues la situación actual, la modernidad, los prejuicios, amenazan un oficio prehispánico que consideramos patrimonio biocultural de México. Nos gustaría dejar claro que reconocemos que el uso extractivo indiscriminado o desmedido de las aves amenaza su permanencia, pero creemos en un uso racional y medido, que tolere y regule la permanencia de este oficio tradicional, además de que permita las dignas condiciones laborales y de vida de estas personas.

Lo que es un problema no es el oficio de los pajareros, sino algunas prácticas como hacinar excesivamente a las aves —que aumenta la probabilidad de su estrés y muerte—, mentir al comprador ofreciéndole un ave por otra, que se atrapen aves que se estén reproduciendo o que se encuentren en el nido, que se realice la actividad sin los permisos correspondientes. Sin embargo, creemos que estos últimos pueden ser mejorados, podrían ser más accesibles y estar más consensuados con los usuarios tradicionales de las aves.

Finalmente, es importante señalar que existen acciones de conservación y restauración de hábitats por parte de las uniones de pajareros, como la reforestación, la colocación de bebederos y comederos en lugares estratégicos. Por ejemplo, en junio de 2015 en San Bartolo Morelos, Estado de México, más de 40 pajareros plantaron alrededor de 2 000 pingüicas (Aechmea sp.), que sirven como fuente de alimentación para las aves. Otra alternativa que han implementado es criar aves domésticas en sus hogares para venderlas y así capturar menos silvestres. El oficio de pajarero es una actividad biocultural que se debe mantener, custodiar, reglamentar y mejorar técnica, económica y socialmente. En definitiva, salvaguardar y revalorar los saberes, prácticas y esfuerzos colectivos de estas personas y, en general, los oficios tradicionales y ancestrales son tareas impostergables que forman parte de nuestro patrimonio biocultural.

                                                               Peregrinación de Pajareros

Roldán Clará, B., V.M. Toledo. 2017. Los pajareros de México:
Sembranza de una actividad biocultural. CONABIO. Biodiversitas, 133:6-11
 
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